FUE bonito clasificarse en la Copa con un gol inesperado de Manu Vallejo en la prolongación. Se quedó así eliminado el Tenerife, que estuvo bastante marrullero durante casi todo el partido, y que no supo encajar con deportividad la derrota. En las dos últimas temporadas, el Tenerife se cargó al Cádiz en la eliminatoria de ascenso, y lo dejó sin disputarlo la última temporada, con un gol en la prolongación precisamente. Así que eliminarlos de la Copa resultó muy bonito, y se les quedó un evidente mosqueo al final. El Cádiz sigue adelante. Dejó detalles buenos, junto a otros malos. Dani Romera y Manu Vallejo fueron los artífices del pase a la siguiente ronda.

Como es habitual, en la Copa participan suplentes, que alteran el aire habitual del equipo. El Cádiz se adelantó pronto, en el minuto 4, con el cabezazo de Dani Romera, que ayer demostró que actualmente es el delantero más fiable de la plantilla. Como el año pasado en la Copa, Álvaro Cervera puso a Romera junto a otro delantero, que es como jugaba en el filial del Barcelona. Ayer su pareja fue Lekic, que está en baja forma. Perea pululaba por la banda izquierda, mientras que Agra desaprovechaba la noche, con dos pases hacia atrás fallados que pudieron costar disgustos.

En la primera parte, Brian Oliván volvió a sufrir una pesadilla con Suso Santana. Para colmo la defensa volvió a dar sensación de blandenguería por el centro. Conforme pasaban los minutos, el Tenerife dispuso de claras ocasiones para empatar. La más rotunda en el último minuto del primer tiempo, cuando primero salvó el gol David Gil y después el palo.

En el descanso se quedaron fuera dos fichajes que aún no han demostrado nada: Lekic y Agra. Entraron Salvi y Manu Vallejo, que le dieron otro aire a las bandas, pasando Perea a la mediapunta en apoyo de Romera. El canterano dispuso de una ocasión. En general, el Cádiz controlaba mejor. El Tenerife, que repartía leña con aviesas intenciones, se escapó con menos tarjetas de las que mereció. La afición local protestaba todo lo que pitaba el contemporizador árbitro De la Fuente.

El portero David Gil, sin querer, lesionó a Servando, conmocionado en un choque, con lo que se agotó el último cambio del Cádiz, cuando entró Marcos Mauro a falta de media hora. El portero estuvo acertado unas veces, pero otras salió a por uvas. Es joven y está en fase de mejorar. Debe serenarse y medir mejor las distancias cuando despeja por arriba.

A trancas y barrancas se mantenía el 0-1. Hasta que empató el Tenerife cuando ya se cumplía el minuto 87. Volvieron los fantasmas. Edu Ramos se debe aplicar más en los saques de esquina, para que no pase lo de Mallorca o lo de ayer, cuando marcó Carlos Ruiz rematando de espaldas. Pudo ser más duro, con una prórroga que hubiera malgastado energías.

Pero lo mejor estaba por llegar. Y llegó  a última hora, con ese remate que se fabricó Manu Vallejo, mediante una pared con Dani Romera. Adelante en la Copa, que se le da razonablemente bien al Cádiz. Y a ver si llegan por fin los dos fichajes pendientes, porque la defensa y la delantera necesitan una sensible mejoría.

José Joaquín León