EL Cádiz ha ganado sin bajarse del autobús en esta jornada. Además, ha vuelto a la zona de eliminatorias de ascenso, gracias a la derrota del Mallorca. Ya cuenta con 52 puntos, por lo que el objetivo de la permanencia está asegurado. En los últimos tres partidos, ante Elche, Lugo y Córdoba (tres rivales de los más débiles de la categoría), el Cádiz ha sufrido una mala racha, en la que ha dejado escapar siete puntos que probablemente serán añorados a final de temporada. Si hubiera sido capaz de ganarlos, ahora estaría en la pelea por el ascenso directo. Pues no se debe olvidar que sólo asciende uno de los cuatro equipos que juegan las eliminatorias finales. Es una vía muy difícil.

La mala racha de los últimos partidos se acompaña de una impresión negativa, que causa recelos. No se ha visto el espíritu de lucha, ni la fortaleza defensiva que caracterizaban al equipo. También faltó más acierto en el remate, cuando el Cádiz había llegado a ser en febrero el equipo máximo goleador de la Liga 1/2/3.

Es natural que surjan las dudas. En la polémica están el rendimiento de los jugadores y las decisiones de Cervera. La defensa funcionaba, pero confió en Espino cuando Matos se había adaptado. Por ahí llegó el gol del Córdoba, tras un flojo debut ante el Lugo. La baja de Garrido se nota, porque nadie frena como el vasco, aunque no sea un buen pasador. En este Cádiz pasar es lo de menos, ya que el balón se suele rifar a ver si hay suerte. Pero, sin minusvalorar la pérdida de seguridad atrás, el mayor problema lo veo en el ataque.

En invierno llegó Machís con aires de figura. Jugó tres partidazos, se lesionó y ha ido claramente a menos. ¿Qué le ha pasado? Hay que recuperar al primer Machís. En cuanto a Manu Vallejo, flamante internacional sub 21, es de los que juega de verdad, sin trucos. Lo demostró ante el Lugo, fabricándose un golazo él solo. Ese es el Manu que necesitamos. Debe tener libertad para jugársela, aunque a veces falle. En cuanto a los extremos puros, Jairo está en mejor forma que Salvi. La irregularidad de ambos en los centros a lo loco (peor en el caso de Salvi) es un inconveniente para el equipo.

Hay tres casos que sorprenden. Uno es el de Aketxe, decisivo hace dos temporadas. Es el único que pone balones para rematar, pero debe encontrar aprovechamiento en el juego. Castigarlo es castigar al Cádiz, más aún en los días de viento. Aunque él debe poner mucho más de su parte. Caso semejante es el de Álex, que parece desubicado, sin explotar correctamente sus virtudes. En cuanto a Lekic fue un goleador efímero, que después se ha enredado en torpezas, sin volver a su mejor nivel.

En los fichajes de invierno, predomina la mala impresión. ¿Qué ha pasado con Pantic? Querol rinde mejor de extremo, porque para hacer de Carrillo se hubiera quedado el auténtico Carrillo. O incluso el proscrito Mario Barco, que a lo mejor se merecería una oportunidad, por si acaso. El joven Jovanovic es como un canterano, hay que cuidarlo, ir poco a poco.

En los partidos de abril es imprescindible un golpe de timón, recuperar la mejor versión del Cádiz, para no terminar la temporada con una triste impresión.

José Joaquín León