EL Cádiz sólo empató ante el Deportivo de La Coruña por su inutilidad en el remate. No creó demasiadas ocasiones, aunque sí tres claras en remates por alto. La superioridad en el juego aéreo fue el único argumento de los amarillos para crear peligro, pero no lo supieron aprovechar. El Deportivo se dedicó esta vez a cuidar más su defensa, y hasta cedieron el balón al Cádiz, que tuvo una posesión del 62%. Ya se sabe que al equipo de Cervera el dominio no le sirve para nada. Al revés. La nota negativa del partido es que seguimos sin un delantero centro capaz de decidir. Y eso, como la temporada pasada, lo acusa el equipo cuando debe atacar.

En la alineación de Cervera pesaron las ausencias de los sancionados Choco Lozano y Espino. La de Bodiger se notó menos, porque de todos modos iba a jugar José Mari. La del Choco se notó bastante, porque Nano Mesa no tuvo ninguna opción buena de remate, y se limitó a presionar. Después Caye Quintana tuvo una gran oportunidad de cabeza que envió fuera.

Debutó como lateral zurdo de emergencia el canterano Franco. La pasada temporada fue suplente de Braganza en el Cádiz B, donde ahora es titular. El chaval puso voluntad, y estuvo sobrio, pero se le vio un poquito verde. Claro que peor estará Luismi Quezada, fichaje del último día, en el que aún no ha confiado Cervera para nada.

La jugada clave del partido llegó pronto, poco antes del cuarto de hora, cuando Juan Cala cabeceó a placer y el portero Dani Giménez sacó el balón. Fue una oportunidad clarísima y la primera evidencia de que el Cádiz dominaba el juego áreo, frente a un Dépor que venía de sufrir mucho atrás. Si lo marca, hubiera sido otro partido.

Quizá lo más destacable del primer tiempo fueron los dos penaltis reclamados al árbitro Arcediano, uno en cada área, que no se revisaron en el VAR. Un agarrón absurdo de Cala a Christian Santos, y otro a Salvi, que fue arrollado dentro del área por un defensa. Este también pareció penalti, aunque en la televisión encargada del partido sólo lo repitieron una vez.

El árbitro era malo, y compensó en parte. No así en las tarjetas, ya que mostró dos amarillas a cada equipo, a pesar de que el Cádiz cometió 8 faltas y el Deportivo 23 faltas, con algunas amarillas perdonadas. Entre ellas la segunda de Borja Galán, al que con buen criterio cambió Anquela. Es cierto que ya quedaba poco. Y también que la causa del empate no fue el árbitro, sino la nulidad del Cádiz.

En la segunda parte, con Perea cansado y Salvi acusando el castigo, las incorporaciones de Iván Alejo, Caye Quintana y Querol no fueron decisivas. El Cádiz siguió desperdiciando su superioridad por alto, en tres remates. Aunque también pudo marcar el Dépor en una falta que lanzó Aketxe, tras una mano levantada de Marcos Mauro cerca de la raya (no dentro, donde sólo estuvo en las visiones del comentarista Riazor blues de Vámonos que nos vamos). Y en un balón largo, en el que se despistó el joven Franco, y Jovanovic chutó fuera cuando se quedó solo. Por cierto, Aketxe estuvo muy bien controlado por Garrido, sin el protagonismo de otros partidos.

Un punto para seguir sumando, pero la buena racha de cinco victorias consecutivas se ha frenado.

José Joaquín León