HOY, 7 de octubre, festividad de la Virgen del Rosario, Patrona de Cádiz y de su equipo de fútbol, ya tienen 25 puntos, la mitad de los que necesitan para salvarse. En los últimos ocho días de oro, han vivido una semana fantástica. Le han ganado al Almería, al Huesca y al Zaragoza, tres rivales directos para los puestos altos de la clasificación. El Cádiz está protagonizando la mejor temporada desde que volvió a Segunda División con Álvaro Cervera. ¿Sinergy, dicen? La afición está loca por el balón, viendo que el Cádiz busca el ascenso a Primera. Sin jogo bonito, previsible, dicen, pero con entrega y honradez, que es la madre del éxito.

En Zaragoza no hubo rotaciones. Cervera prefirió que jugara el once que actualmente consideramos como titular. Mantuvo a Fali y Cala como centrales, colocó a José Mari junto a Garrido en el pivote y puso en la izquierda a Perea, con Salvi en la derecha. Y el Choco Lozano… Con el que el Cádiz ha vuelto a tener un delantero capaz de marcar un gol de la nada.

Salieron a jugar con camiseta amarilla y pantalón blanco. Parecían una bandera pontificia. Pero el amarillo no está maldito para los artistas, y esta temporada, con Manolito Santander en el paraíso, es gloria bendita para los cadistas. Se la cambiaron en Alcorcón y palmaron. En los primeros minutos, el Cádiz salió bien plantado, pero poco a poco fue reculando.

La consigna era que no llegaran balones al Luis Suárez del Zaragoza. Uno de los secretos de la firmeza del Cádiz atrás es que los dos laterales, Iza y Espino, responden, aunque les sobran kilómetros en las piernas por falta de recambio. Y que atrás hay un central de categoría llamado Juan Cala. Con Fali, que es otro jabato, parece que se entiende mejor que con Marcos Mauro, quizá más fino, pero con tendencia a algún despiste. Por cierto, los cuatro defensas de ayer son fichajes de Óscar Arias.

Los disparos lejanos de Nieto (uno tocó en el larguero) fueron los únicos argumentos del dominio aragonés. Casi 27.000 espectadores en La Romareda (es el club con más abonados de la categoría) intentaban presionar al árbitro De la Fuente Ramos, que estuvo muy bien, con gran personalidad.

En el quiero y no puedo del Zaragoza, que siguió tras el descanso, influyó el enorme despliegue del centro del campo amarillo. José Mari, Álex y Garrido corrieron más de 11 kilómetros cada uno, y superaron a todos los del Zaragoza. Los tres rindieron a alto nivel, pero hay que alabar a l herido Garrido, que está marcando una época en el Cádiz. Otro que rinde a su mejor nivel es Salvi. Si repasan estadísticas, verán que con estos dos en forma se puntúa casi siempre.

El partido se puso de cara con el gol del Chocolate Lozano, que estuvo atento en un saque de esquina. Un delantero listo, ya era hora. Tras el gol, apenas inquietó el Zaragoza. Por el contrario, el Cádiz tuvo contras letales con Iván Alejo, que chuta al bulto, sin precisión, pero Salvi y Álex sacaron oro del primer rechace y Nano Mesa sólo tuvo que empujar el balón.

A este Cádiz todo le sale bien. Increíble. En Carranza estará en juego más de la mitad del ascenso. Hay motivos para soñar. Y para llevar entre algodones a los futbolistas que marcan las diferencias.

José Joaquín León