LA gente se fija en todos los detalles. Y después va largando. ¡Hay que ver las diferencias! Mientras la anterior alcaldesa, Teófila Martínez, estaba ayer en el debate de la moción de censura de pitiminí, sentada en su escaño de diputada del PP por la provincia de Cádiz, el actual alcalde, José María González, estaba en la tribuna de invitados de Podemos, viéndolas venir, aunque mucho no se vio. Es decir, se encontraba en el graderío; aunque no se comportó igual que los hooligans que sacan las pancartas en los plenos municipales y le hacen el coro a las intervenciones de la oposición. Sencillamente, había sido invitado como uno de los alcaldes del cambio.

Puede ser que nuestro alcalde, junto a otros del cambio, esté aprendiendo. Puede ser que quiera convertirse en diputado por Cádiz, de mayor, y esté tomando nota de lo que allí se dice, y aprenda el postureo. En realidad, si Podemos ha colocado a Noelia Vera en cabeza de su lista por Cádiz, quiere decir que el listón está bajo y Kichi puede tener su oportunidad en un momento dado. Por ejemplo, si pierde la Alcaldía en 2019.

Pero todo eso es hipotético y confuso, como la vida gaditana misma. Este alcalde se maneja mal en las relaciones externas, peor que en las internas. No se lleva bien con el presidente del Gobierno, tampoco con la presidenta de la Junta, y a veces tiene sus más y sus menos con su líder. En Podemos hay varias sensibilidades, desde los que huelen a pacto con el PSOE de lejos, como Íñigo Errejón, a los Anticapitalistas de toda la vida, entre los que tenemos a la flor y nata de nuestra Andalucía: Teresa Rodríguez y su compañero, José María González.

De vez en cuando, no es raro que se líen entre ellos mismos. Bien sea por unas mulas, por una medalla, o por el referéndum independentista de Cataluña. Ahora resulta que Teresa y José María son partidarios de la consulta de la independencia catalana. Después de que las comparsas de Antonio Martín y Martínez Ares cantaran en el Liceu barcelonés, junto a las chirigotas de El Selu y Vera Luque, nos han sorprendido con eso. Ni que fueran de la CUP de la Viña.

Otros dicen que el alcalde acudió al debate de la moción emocionante para tomar nota, por si le presentan alguna en Cádiz. A la de Pablo Iglesias no le cuadraban las cuentas. Sin embargo, a la de Cádiz sí le podrían salir. Pero como las mociones sólo se presentan para perder el tiempo, cuando no tienen mayoría en la oposición, González puede estar tranquilo. En Cádiz no pasarán, porque aquí sí tienen mayoría los opositores, y después a ver qué hacemos.

José Joaquín León