TRES torres y seis cofradías hay en mi barrio de Santa María. Esto lo podría decir un pregonero y colaría. Porque el barrio tiene las torres de la Merced, Santo…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA Madrugada de la Semana Santa de Sevilla es el territorio de los abruptos contrastes. Según las estadísticas, es la jornada con mayor número de nazarenos cumpliendo estación de penitencia y es la jornada con menos público en las calles del casco antiguo viendo las procesiones. Es también la jornada…
LA Semana Santa ofrece 8 días de oro para el turismo, y no sólo el religioso. En Andalucía se celebra como ya sabemos, pero hay de todo. Miles de personas entran y salen de las ciudades estos días. Oigan, ¿pero el turismo es bueno o malo? Es la principal fuente…
EL ministro Óscar Puente va a dejar a Cádiz sin un puente. En concreto, sin el puente Carranza. Vaya por delante que la obra es imprescindible. Basta con pasear por debajo del puente, en un barco, para que se te pongan los vellitos de punta. En Génova (Italia) se derrumbó el puente Morandi, que estaría en cochambroso estado, mejorando lo presente. El puente Carranza sigue abierto al tráfico, pero da vergüenza de verlo. Por cierto, todavía no se ha explicado bien por qué una ley de Memoria obliga a cambiar el apellido Carranza en el estadio y lo mantienen en el puente. Alguien ha mentido. Pero lo que importa ahora es el puente que nos va a cerrar el Ministerio de Óscar Puente. Obras necesarias, aunque en fechas pésimas, por el retraso. Van a ser perjudiciales para Cádiz.
SON días de pregones abundantes y de rimas sencillas. Así, pues, esto de “Koldo, échame el toldo”, es como lo de “Currito dale al botoncito” de Quitasol, que empezó Antonio Somoza y se popularizó con la narrativa de José Antonio Sánchez Araujo. Hoy en día, para los toldos, se puede cambiar a Leopoldo por Koldo, que tiene nombre de ariete rompedor. Y esto lo digo porque Koldo pudo ser una mina para Sevilla. Si en vez de mascarillas, hubiera vendido toldos, más se hubiera forrado. Hubiera dejado Sevilla a la sombra. Y esto lo digo porque aquí gusta mucho un toldo, pero no siempre se colocan a tiempo. No son como las mascarillas, que se colocaron con rapidez a las buenas amistades.
PORTUGAL también existe, pero aquí nos comportamos como si estuviera en las antípodas. Es limítrofe con Andalucía y apenas se nota. En tiempos pretéritos estuvo unificado bajo la misma Corona. No voy a insistir en la historia, a día de hoy son dos países de la Europa unida. Mientras los portugueses se preocupan bastante por lo que ocurre en España, aquí se les corresponde con indiferencia. Hoy es día de elecciones en Portugal, a las que apenas se ha prestado atención. ¿Por qué será? Elecciones anticipadas, ya que el primer ministro socialista, António Costa, se vio forzado a dimitir por un caso de corrupción. ¿A qué les suena?
HOY se celebra el Cabildo de Toma de Horas para aprobar los horarios e itinerarios de la Semana Santa de 2024. En realidad, el cabildo es ya sólo un rito, en el que las autoridades civiles y religiosas cumplen el formalismo de firmar la nómina y pronunciar un discurso. Avalan lo aprobado previamente por el Consejo de Hermandades, que no siempre es lo que preferiría el citado Consejo, ya que los horarios de algunos días han sido decididos por los hermanos mayores (por unanimidad o por mayoría), según los requisitos acordados. ¿Son mejorables los horarios e itinerarios de 2024? Seguro que sí, todo es mejorable. Aunque nadie tiene una varita mágica. Dependen de un tiempo y un espacio que son finitos, y que cuentan con limitaciones.
CAE la lluvia al otro lado de los cristales, con persistente monotonía, como en el poema de Antonio Machado. Caen los que fallecen en un Cádiz que se pierde, uno tras otro, con una monotonía que abruma. Ya nada está donde estuvo, ni nadie sigue en su lugar. Ni siquiera doblan campanas en el Carmen, San Antonio, o la Castrense por un barrio del Mentidero que ya no es el que era, ni tiene a los que tuvo. Ya no escribe ningún poema Gitanilla, ni entra o sale nadie en la redacción y los talleres del Diario de Cádiz. En la calle Ceballos, donde teníamos los despachos, ahora existe un supermercado. Y se nos ha ido también Paco Perea, que fue uno de los protagonistas de aquel Diario. Hoy el siglo XX ya se parece más al XIX, es sólo historia, alejada del presente.