TRES torres y seis cofradías hay en mi barrio de Santa María. Esto lo podría decir un pregonero y colaría. Porque el barrio tiene las torres de la Merced, Santo…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA Madrugada de la Semana Santa de Sevilla es el territorio de los abruptos contrastes. Según las estadísticas, es la jornada con mayor número de nazarenos cumpliendo estación de penitencia y es la jornada con menos público en las calles del casco antiguo viendo las procesiones. Es también la jornada…
LA Semana Santa ofrece 8 días de oro para el turismo, y no sólo el religioso. En Andalucía se celebra como ya sabemos, pero hay de todo. Miles de personas entran y salen de las ciudades estos días. Oigan, ¿pero el turismo es bueno o malo? Es la principal fuente…
ESTO es lo que pensarían los ministros que ayer participaron en el Consejo viajero. Los llevaron de excursión a Sevilla, precisamente en una mañana gris, con monotonía de la lluvia tras los cristales, que hubiera dicho Antonio Machado, el poeta de Guerra. La primera noticia del Consejo de Ministros fue una foto (otra más para el álbum), en la que Pedro Sánchez aparecía rodeado de los ministros en la Plaza de España, eso sí a cubierto de la lluvia, que en todo pensó Aníbal González al diseñarla. En esa foto, el Gobierno parece un grupo de congresistas de bajo coste que acuden a conocer el lugar, el segundo monumento más espectacular del mundo, según Tripadvisor.
ALGUNAS cosas no pueden ser, y además son imposibles. Es lo que sucedía con el proyecto para convertir el faro de Trafalgar en un hotel de lujo. Una idea absurda que patrocinaban la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz y el Ayuntamiento de Barbate. Comprendo que quieren obtener beneficios con un faro, pero lo más aconsejable no era lo previsto: adaptarlo a hotel de lujo, ¡con tres habitaciones! Sólo faltaba invitar a Paula Echevarría, asidua del Novo, o a la influencer Dulceida con su pareja Alba para hacerle publicidad. O incluso al escritor Arturo Pérez-Reverte, que publicó una novela titulada Cabo Trafalgar. Ha pasado lo que se suponía: lo han frenado con la Ley de Costas.
DÍA grande hoy en Sevilla. Coincide un pleno municipal ordinario, presidido por Juan Espadas, con un Consejo de Ministros viajero, presidido por Pedro Sánchez. Susana Díaz no ha podido sumarse a la fiesta, porque disolvió, y está en funciones y en mítines. Pero se han agregado los taxistas, que para alegrar el día han convocado una huelga. También se sumarán los de siempre, que protestarán por algo y serán amablemente desalojados del Ayuntamiento. Se suponía que la precampaña y la campaña electoral iban a ser un plácido camino de Juan Espadas hacia la reelección como alcalde. Sin embargo, conforme pasan los días, se descubre que tiene al enemigo en casa. Ese enemigo es Pedro Sánchez, que le puede quitar un montón de votos.
ALGUNOS que ejercen la oposición al alcalde de Cádiz, José María González, dicen que su gestión es ciclotímica. Atraviesa momentos de euforia, en los que entra a todos los señuelos. Puede coincidir con sus rachas epistolares más activas, en las que lo mismo le escribe a Joaquín Sabina por ser pregonero del Carnaval, como pide que no obliguen a elegir “entre el pan y la paz”. Momentos emotivos, en los que recibe al embajador de Catar (país del que todavía no ha catado nada), mientras atacaba a Arabia Saudí. Sin embargo, en otros momentos de la historia, guarda un prudente silencio. Parece como si no existiera. Se diría que está ausente, como Pablo Iglesias en el mes de agosto.
LAS colas en el Primark de Torre Sevilla nos han permitido revivir el espíritu nostálgico de la Expo 92. Aquellos tiempos, cuando en la isla de la Cartuja pusieron de moda las colas sevillanas. Desde entonces se llegó a la conclusión de que todo aquel evento o lugar que no tenga una multitud aguardando es una porquería. Pues sabido es que existe un público masoquista que disfruta en las colas, saborea las esperas, ejercita la paciencia y luego lo propaga entre sus amistades: “En el Primark hay unas colas maravillosas. Yo estuve allí una hora, esperando para pagar cinco euros”. Así se alimentan por generación espontánea.