SER gaditano de nacimiento es lo peor que te puede pasar para tener un reconocimiento en Cádiz. Desde que fue restaurada la democracia, todavía ninguno de los que han ejercido…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SE suele recordar que la Feria de Sevilla fue ideada por un catalán, Narciso Bonaplata, y un vasco, José María Ybarra. Por supuesto, no eran un catalán y un vasco independentistas, ni la Feria ganadera de 1847, con sus 19 casetas en el Prado, era como la de 2024. Sin…
FALTAN siete días para las elecciones en el País Vasco. Los de EH Bildu sueñan con ganar. Sería su primera vez. ¿Pasearán en gabarra? El mejor padrino para botarla sería Pedro Sánchez, que tanto les ha ayudado, hasta el punto de que ya pocos se acuerdan de que son los…
SORPRENDE que Susana Díaz se indigne porque critiquen el uso de las tarjetas de crédito de la Faffe en afamados puticlubes sevillanos. Mientras dice, lógicamente, que fue “repugnante”. En la política, como en el cerdo, se aprovecha todo. Hasta las sobras. No sólo hay jamón ibérico de pata negra, como el que se pagaba en algunos afamados restaurantes con las referidas tarjetas de la Faffe. Pero seamos sensatos. Si unos individuos del PP hubieran pagado con las tarjetas oficiales en cinco puticlubes, ¿qué se diría? Sería la derecha machista y asquerosa que contribuye a la explotación de las mujeres por traficantes sin escrúpulos, que las engañan, mientras ellos hacen de cómplices. Y con dinero público para la formación y el empleo. Pues entonces…
UNAS horas antes de deshojar la margarita de las elecciones andaluzas, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha visitado la factoría de Navantia en San Fernando, popularmente conocida como la Bazán. Esta vez no era para asesorar al comité de empresa, acerca de si debían organizar unos cortes de tráfico de más o de menos, para incordiar a la ministra de Defensa, Margarita Robles, de su mismo partido. Esta vez era para conocer los proyectos presentados por la factoría a la agencia Idea, con un importe de cinco millones de euros. Pero ya que estaba allí, hubo sonrisas por lo ocurrido con las corbetas de Navantia. Y, además, que a la presidenta de la Junta le encanta visitar unos astilleros. Si por ella fuera, trabajaría como madrina de Navantia.
SE formó el primer gran atasco de tráfico en Torre Sevilla y la gente ya está despotricando. Los alrededores del nuevo centro comercial quedaron colapsados a ratos en la tarde/noche del sábado y parece que la oposición lo estaba esperando. En el PP y en Ciudadanos se frotan las manos, mientras en el PSOE los ven revolotear y les parece como si fueran cuervos. A Juan Carlos Cabrera, como delegado de Movilidad que es, se le pone la cara de circunstancias. Pues ha abierto nuevos accesos, pero milagros no puede hacer. Tampoco tiene la culpa de que a todo el mundo en general se le ocurre ir a la misma hora al mismo sitio. Y el gran aparcamiento de las tres mil plazas unos dicen que se llenó y otros que no del todo, y que es un embudo. Tres mill coches unidos jamás serán vencidos.
AYER comenzó el otoño en Cádiz, bajen o no las temperaturas. Puede que el otoño en Cádiz siempre haya sido una nostalgia, como una derrota. Casi todas las ciudades disfrutan un tiempo en el que son más felices. En Sevilla es la primavera. En Cádiz es el verano. De modo que en otoño la ciudad está como buscándose a sí misma. Y cuando cambian la hora, a final de octubre, es como si le robaran la luz, sin necesidad de mirar el contador para el sablazo. Para la luz de un ocaso en Cádiz nunca habrá bono social. Cuando el sol se pone antes de las ocho de la tarde, significa que aquí ya no hay tiempo, y que los chiringuitos ya no son de verano, se ponga como se ponga Marín Vila.
SE suele decir que Sevilla se ha convertido en un parque temático… de Sevilla. Puede que sea verdad. Puede que la ciudad sea como un simulacro, que casi todo el mundo juegue a las apariencias de una ciudad que debe ser como se espera, sin que sepamos lo que es realmente. Sin embargo, no sucede sólo aquí. Está pasando en todo el mundo. Hace más de 20 años ya lo percibí claramente en dos ciudades adaptadas a espectáculo para turistas: Venecia en Italia y Carcassonne en Francia. Puede que en Venecia aún queden ecos verdaderos por los barrios más alejados de San Marco. Sin embargo, en la ciudadela francesa es difícil no sentirse cómplice de una mentira.