HEMOS leído en la prensa (o sea, en el Diario) que este verano no van a funcionar los lavapiés ni las duchas en las playas de Cádiz, según ha confirmado…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SE suele recordar que la Feria de Sevilla fue ideada por un catalán, Narciso Bonaplata, y un vasco, José María Ybarra. Por supuesto, no eran un catalán y un vasco independentistas, ni la Feria ganadera de 1847, con sus 19 casetas en el Prado, era como la de 2024. Sin…
FALTAN siete días para las elecciones en el País Vasco. Los de EH Bildu sueñan con ganar. Sería su primera vez. ¿Pasearán en gabarra? El mejor padrino para botarla sería Pedro Sánchez, que tanto les ha ayudado, hasta el punto de que ya pocos se acuerdan de que son los…
ANTAÑO organizaban actos oficiales de colocación de la primera piedra. Con pico y pala, y enterraban periódicos. Poner la primera piedra en unas obras tiene algo simbólico y casi bíblico. Recuerda al evangelio de Mateo y al salmo: “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular”. Y, en el caso de la línea 3 del Metro de Sevilla, se podría añadir lo que viene a continuación: “Ha sido un milagro patente”. Porque milagroso es que empiecen las obras. Aunque en esta ocasión, para celebrarlo, no hubo piedras, sino abucheos a Pedro Sánchez, contestados por otros a Juanma Moreno y José Luis Sanz. Depende de la acera de Pino Montano, si es la derecha o la izquierda. Vivimos tiempos revueltos. Broncas hasta para las inauguraciones.
SERÁ recordada como la hija de Blas Infante. Pero María de los Ángeles Infante fue mucho más que eso. Mantuvo la memoria de su padre, y no sólo por una fidelidad familiar, sino que lo extendió a sus ideas, al legado político del andalucismo; y asimismo al respeto a la verdad del ideal andaluz, que a veces se ha intentado manipular desde la extrema derecha y desde sectores radicales de la extrema izquierda. Por eso, considerarla sólo la hija de Blas Infante es injusto. Porque ella ha sido un referente esencial del andalucismo en la Transición y en las primeras décadas del siglo XXI. De modo que la conciencia andaluza no sería igual sin María de los Ángeles Infante.
LOS Reyes de España vinieron el miércoles a Cádiz para presidir la entrega de las 32 medallas de las Bellas Artes. Fue un evento cultural que recordó los fastos del 2012. Fue una pena que los Reyes de España, en vez de venir a Cádiz para entregar las medallas de las Bellas Artes, no hubieran viajado para inaugurar la ampliación del Museo de Cádiz, donde por cierto tenía su sede la Academia de Bellas Artes. Estas obras del Museo están pendientes desde el siglo pasado. La culpa no es de los Reyes. Cuando se planteó este asunto, don Felipe era príncipe de Asturias y doña Letizia todavía presentaba el telediario de TVE. Desde entonces, hemos tenido dos reyes, cinco presidentes del Gobierno de España y cuatro de la Junta de Andalucía. Y así sigue el Museo, que es una pena para las Bellas Artes de Cádiz.
TRABAJAR como político puede ser una suerte o una desgracia. Pues, según por donde vayan las transparencias y las incompatibilidades, te puede tocar un chollo permanente o te pueden empitonar. Por eso, es gracioso cuando dicen que los profesionales cualificados deberían participar más en la política. ¿Para qué? ¿Para buscarse una ruina? En la empresa privada, o incluso en la empresa pública, ganan más y viven más tranquilos. Y lo mejor no es eso, sino que pueden cambiar de una empresa a otra sin problemas. No les pasa como al ex viceconsejero de Salud de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Guzmán, cuya incompatibilidad va a ser investigada.
SEAMOS serios, por favor, que ya no estamos en Carnaval. Es cierto que el tiempo de la Pascua florida también debe ser alegre. Pero que no nos cuenten monsergas. En la provincia de Cádiz no puede haber restricciones el próximo verano, excepto que la política del agua sea desastrosa. En cuyo caso, el problema es humano, no divino. Venimos de una Semana Santa en la que Grazalema ha batido el récord de España de lluvias, con cerca de 500 litros por metro cuadrado. Venimos de una Semana Santa en la que el pantano de Los Hurones se llenó y ha comenzado a desembalsar agua hacia el de Guadalcacín. Venimos de una Semana Santa en la que el río Guadalete parecía el Danubio, por no decir el Ebro, que es el río que más agua desperdicia en España. Venimos de una Semana Santa en la que el Señor Despojado salió el Domingo de Ramos y volvió el Domingo de Resurrección. Venimos del diluvio, pero sin Noé.