LA cantera ha obtenido un gran éxito con el ascenso del Cádiz B. A eso se añade que Manu Vallejo subió al primer equipo, fichó por el Valencia y ha sido campeón del Europeo sub 21, aunque él sólo disputó tres minutos. Para el próximo año se han abierto nuevas expectativas con el filial en la Segunda B. El salto de categoría será mínimo y eso permitiría ajustar mejor los costes y la calidad de los fichajes. Tener al filial en Segunda B es motivo de orgullo para la afición cadista, que en las últimas 10 temporadas vio a su primer equipo durante siete años en esa división.

El ascenso del Cádiz B lo sitúa entre la elite de los filiales, a la altura de los mejores clubes de España. Ninguno, ni siquiera Barcelona y Real Madrid, tiene a su filial en la Liga 1/2/3. Soy partidario de que los filiales sólo puedan jugar de Segunda B para abajo, ya que en Segunda A suelen distorsionar la competición.

¿Para qué debe servir la cantera? En teoría, para surtir de jugadores al primer equipo y ganar dinero con los traspasos. Sin embargo, eso no siempre tiene que ver con la clasificación del filial. Un ejemplo es el Betis, que ahora tiene a su filial en Tercera (quedó sexto, peor que el Cádiz B), pero le han salido en los últimos años jugadores como Fabián y Ceballos, estrellas de la sub 21, que le han aportado muchos millones.

Tras el ascenso, dijo el presidente, Manuel Vizcaíno, que se presenta una oportunidad para los jugadores de la provincia. Aunque los primeros fichajes han sido un suizo, un rumano y un argentino que jugaba de portero en el Xerez DFC. La mayoría de la plantilla del ascenso tiene origen variado. Este Cádiz B no es como el de David Vidal, ni como el de Luis Escarti, Ramón Blanco, Ángel Oliva y otros entrenadores que destacaron y sacaron jugadores gaditanos. Mere, que también destacó como técnico, tenía una plantilla multiétnica formada por Cordero, que fue el origen de la actual. Un trabajo bien rematado por Juanma Pavón.

En el filial hay futbolistas que pueden tener una oportunidad en el primer equipo. Álvaro Cervera pocas veces llamó a los que parecían los mejores en según qué puestos. Por ejemplo, en Las Palmas jugó Sergio de central, mientras en el filial actuó más como medio, porque los centrales titulares eran Moi y Saturday.

En el ascenso desde Tercera influye la fortuna en el sorteo. El club que consiguió más puntos de todos los grupos fue el Jaén, con 101, y no ascendió. Fue eliminado en segunda ronda por el Algeciras, que fue cuarto en el grupo X y entró por la diferencia particular, con 77 puntos. El Cádiz B no era mejor que el de la temporada pasada, incluso más flojo en ataque, porque perdió a Manu. Sin embargo, aprovechó las circunstancias.

Se debe adecuar el uso de El Rosal. Es lógico jugar allí, pero ampliando el aforo. Y actuar con respeto a los rivales. Algunos, como Córdoba, Recreativo de Huelva y Murcia, han jugado en Primera y tienen aficiones reconocidas.

Es importante consolidar al Cádiz B en la división de bronce. El año pasado subieron los filiales del Málaga y el Almería, que se clasificaron los dos últimos y han vuelto a Tercera. No debería ser la excepción de un año.

José Joaquín León