ACOSTUMBRARSE a la Primera no es fácil para un equipo que viene de Segunda con la mentalidad de ver cómo juega el rival. Sin embargo, ante el Huesca (el otro recién ascendido directo), el Cádiz se quitó los complejos de inferioridad. Aseguró la parcela defensiva y castigó los errores del rival. También cumplió eso de que hay que aprovechar las oportunidades. Sólo dos claras y las marcaron Negredo y Pombo. Pero el Huesca no tuvo ninguna (excepto el gol fantasma anulado por fuera de juego) en todo el partido. Con una posesión del 75% para los locales, el Cádiz les supo ganar. Alberto Cifuentes, que debutó en la máxima categoría con 41 años, pasó casi desapercibido.

Los cambios del Cádiz en el once inicial pasaban precisamente por la oportunidad para el veterano guardameta para recuperar la titularidad (más adelante se supone que será Ledesma quien juegue) y lo hizo con la dignidad de siempre. Parece que la defensa jugó más entonada, con Mauro muy sobrio y con Cala cumpliendo hasta el descanso y Fali después. En las bandas, Iza Carcelén volvió a tener problemas evidentes en el marcaje, porque se le fue varias veces el veterano ex cadista Ferreiro, mientras que Espino estuvo a mejor nivel en la izquierda.

El Huesca tocaba mucho el balón, sin peligro y en la zona fácil. El Cádiz vigilaba con José Mari atento y con el danés Jonsson bastante perdido, hasta que fue cambiado en el descanso. El 0-1 llegó pronto. Lo marcó Negredo, aprovechando una cantada del portero Andrés Fernández. Pero había que estar ahí para verlo y rematar. El ariete inauguró la cuenta goleadora del Cádiz en Primera.

Sin crear peligro en otras jugadas, la presencia de Negredo, se acompañó con y la buena actitud de Pombo. Resulta que sí, que ha sido un fichaje, y está recuperando su mejor versión de cuando era una gran promesa del Zaragoza. Mantenían distraída a la defensa del Huesca. También influyó la colocación de Álex. El partido que se veía, a ratos, parecía impropio de la Liga de Primera División.

Al Cádiz le interesaban los tres puntos, más que las florituras, y se vio en este partido. También que el Huesca acusaba la influencia del Covid 19. Además de las dos bajas por tal motivo, no sé si habrá pronto alguna más. Resultaron raros los cambios. El delantero más peligroso que tienen, Rafa Mir, fue relevado. Según pasaban los minutos, el Huesca cometía errores atrás, con el debutante Siovas (al que se relacionaba con el Cádiz) regalando balones. Todo a favor para rematar la faena.

Entre los cinco cambios, estuvo Malbasic, que fue decisivo en la jugada que originó el 0-2. Se escapó y aguantó bien, para centrar en busca de Pombo, que remató de cabeza en solitario, a puerta vacía, tras no acertar a despejar el portero Andrés Fernández.

El Huesca sólo inquietó en el suspense del gol fantasma, anulado por fuera de juego previo. No hubo más peligro para Alberto Cifuentes, que salió invicto de su debut en Primera. El Cádiz regresa con tres puntos de oro, con la sensación de que siempre deben luchar así. Y con la evidencia de que para ganar a otros rivales son necesarios al menos cinco fichajes.

José Joaquín León