UNA de las principales aportaciones del equipo municipal de Podemos puede ser la recuperación de las Fiestas Típicas Gaditanas. En eso consiste una celebración carnavalesca con fecha fija. Antes en mayo y ahora coincidiendo con el 28 de febrero. El objetivo es el mismo: desligarlo de sus fechas tradicionales, que son los días previos a la Cuaresma.
Al Carnaval lo llamaron Fiestas Típicas Gaditanas desde que fue permitido por el gobernador civil Carlos María Rodríguez de Valcárcel en la posguerra. Se suele decir que lo permitió por dos motivos: uno, porque así se le daba alegría a la gente, después de la trágica explosión de 1947; y otro porque había algunos coristas que eran más falangistas que él. Aquellas Fiestas Típicas Gaditanas se celebraban en febrero. Hasta que en 1967, todavía con José León de Carranza en la Alcaldía y con Vicente del Moral como concejal de Fiestas, tuvieron a bien trasladarlo a mayo. Una fecha fija.
Recuperar el Carnaval en sus fechas móviles de febrero, previas a la Cuaresma, se convirtió en un símbolo de las libertades. Un empeño en el que estuvieron Miguel Villanueva, Marcos Zilbermann y otros. Con el coro ‘Los dedócratas’, en 1977, como estandarte. Un año después, el 5 de febrero de 1978 (día que no sería carnavalesco con la fecha fija) el coro ‘La guillotina’ celebró el sepelio de las Fiestas Típicas Gaditanas.
Ahora la concejala de Fiestas (¿Típicas Gaditanas?), María Romay, en el nombre de Podemos, las quiere resucitar. Con los mismos argumentos que en los tiempos de José León de Carranza: una fecha fija para que venga más gente. Incluso amenaza con convocar una consulta ciudadana. Se olvidan de que Cádiz se convertiría en un sitio raro, donde no se celebraría el Carnaval en los mismos días que en el resto del mundo. Además, en los años de Semana Santa en marzo, se cargarían la Cuaresma gaditana, de por sí minimizada. Los cofrades deben ser los primeros en oponerse, y sin fisuras.
La fecha del Carnaval está basada en el calendario lunar, como la Cuaresma y la Semana Santa. No es por un capricho del Vaticano, sino porque la Pasión coincide con la Pascua judía. Y no es un caso único. Otras festividades profanas, como el Año Nuevo chino, también se vinculan a la luna. Son fiestas lunisolares. Igualito que los solsticios paganos que tanto les gustan.
La fecha fija, para volver a unas Fiestas Típicas fuera de temporada, sería un error. No se debe permitir. Y si hace falta crear una plataforma gaditana contra la fecha fija del Carnaval, pues habrá que fundarla.
José Joaquín León