LA exageración es una característica habitual en Cádiz. Un ejemplo lo tenemos en las avenidas de esta ciudad. ¿Cuántas hay? Realmente, todo el mundo sabe que durante largas décadas aquí sólo había la Avenida, la única, que originalmente fue diseñada en tiempos de los romanos, cuando los Balbo y demás. Igual que sólo existía el Puente, que era el de José León de Carranza. En los tiempos de la alcaldesa Teófila Martínez tuvimos otra avenida y otro puente, que pasaron a denominarse popularmente como la nueva Avenida (o bien la avenida del soterramiento) y el nuevo puente (al que nadie llama de la Pepa, ni de la Constitución de 1812). Por tanto, la ciudad de Cádiz, a día de hoy, tiene dos puentes y dos avenidas.

Sin embargo, aquí es costumbre denominar avenida a cualquier calle con dos carriles. Una exageración. En Madrid, donde están más acostumbrados a las dimensiones de una gran ciudad, a nadie se le ocurre denominar avenida a la calle Princesa, la calle Alcalá o la calle Goya, que son más amplias que nuestras avenidas de andar por casa. Incluso la Castellana se denomina Paseo; y además tienen una Gran Vía.

Por el contrario, con motivo de las obras para los pisos en la antigua Comandancia de la Guardia Civil, y los cambios de tráfico originados, se publicó en el Diario, citando fuentes municipales: “Los vehículos que circulen por la avenida de San Severiano, al llegar a la intersección con la avenida de Huelva y avenida del Guadalquivir, deberán continuar por esta última y, si lo desean, volver a la avenida de San Severiano (una vez pasado el tramo de la obra) a través de la avenida del Perú y la calle Veracruz”. Es decir, que se mencionan cuatro avenidas diferentes, ninguna de las cuales se debería considerar como tal; y sin que se refieran a ninguna de las dos verdaderas.

Esto da una imagen un poco cateta de Cádiz, hay que decirlo. Pues quienes llegan en los cruceros pueden pensar que es más grande que Nueva York, donde es famosa la Quinta Avenida. Aquí tenemos cuatro o cinco alrededor de una rotonda, que tampoco es para tanto. Y, sin embargo, no han terminado la avenida Transversal, ni han empezado la avenida de los Astilleros (en la que anuncian cuatro carriles, medianera para el tranvía, carril bici y nuevo acerado). Ambas son imprescindibles para que fluya bien la conexión de extramuros y el centro histórico con el segundo puente.

Lo peor es que se lo creen. Dicen que hay que peatonalizar casi toda la ciudad. ¡Está sembrada de avenidas! Esto es un disparate.

José Joaquín León