ALGUNOS pensarán: con la que han montado entre la Ayuso y el Iglesias, y este hombre va a escribir de los topolinos. Y, además, una semana después. Pues sí, no lo olvido, es un asunto esencial para Cádiz y la humanidad. El día11 de marzo, las fuerzas de la Policía Local emprendieron la Operación Topolino, para disolver a más de 300 personas concentradas en la calle Ancha gaditana. No estaban allí para manifestarse ante la sede del PSOE como protesta por el posible cierre de la factoría de Airbus en Puerto Real, ni para exigir la ampliación de la carrera oficial de la Semana Santa hasta la plaza de San Antonio, ni mucho menos para asistir a una conferencia de Irene Montero en el salón de actos de la Asociación de la Prensa. Por el contrario, se habían concentrado para la apertura primaveral del Salón Italiano (más conocido como Los Italianos), que se iba a celebrar regalando topolinos.

En nombre de la propiedad, Joaquín Campo explicó que la topolinada era como un homenaje a Gianni, su fallecido padre, y pidió disculpas. Sin embargo, también se debe decir que los congregados no eran lo que se conoce como una turba. Ni tampoco una manifestación como las del rapero Hasél en Barcelona. Eran personas normales y corrientes, más o menos como tú y como yo, o como Kichi. Gente pacífica que iba a por su topolino. Nada de cócteles molotov. Allí sirven otro tipo de cócteles.

En Cádiz, la Policía lo mismo entra en una iglesia que en una heladería. Más raro es que entre en las playas, donde no se concentran 300 personas al aire libre, sino varios miles en alegres reuniones. Y donde ya se ha anunciado la inauguración de la pretemporada para el Domingo de Ramos, día 28 de marzo, para el que faltan sólo 9 días. Y para el que se ha ordenado el confinamiento provincial de Andalucía, el toque de queda y otras medidas discutibles. La duda es: ¿entrará la Policía Local también en la playa para disolver a los bañistas en las colas de los lavapiés?

Verán ustedes que la Operación Topolino crea una inseguridad jurídica. Yo no digo que la deban denunciar al Tribunal Constitucional, pero es discutible. No me parece que el problema sea una cola de 300 personas, sino que se debió regular mejor, y que si era necesario llegara hasta la plaza de las Flores o el Parque Genovés. En cuyo caso, sería legítimo.

Y ahora queda otra duda: ¿qué pasará si a 300 gaditanos se les ocurre comprarse un topolino a la misma vez? ¿Les permitirán formar una cola como la cogobernanza manda? ¿O los disolverán por cometer actos subversivos? La Policía depende de los que iban a derogar la Ley Mordaza.

José Joaquín León