SE les van vivas las mejores. Los de Adelante Cádiz han perdido la ocasión de presentar a Macarena Olona como candidata a la Alcaldía. No se recuerda un caso de conversión carnavalesca como este. Voy a escribir una herejía: es como lo de San Pablo, pero aplicado al Carnaval. Lo explico, para los que no han dado clases de religión: Saulo, que se dedicaba a perseguir cristianos, viajaba en el caballo camino de Damasco, y se cayó del caballo, y recibió un mensaje divino, y a partir de entonces fue más cristiano que nadie, se puso a escribir epístolas y se convirtió en San Pablo. Pues a Macarena Olona le ha pasado lo contrario. Estaba fustigando rojos, herejes y perdidos, era la Juana de Arco de Vox, pero parece que se ha caído del paraíso al patio de butacas del Falla, y ahora es forofa de varias agrupaciones carnavalescas, y hace apología del libertinaje en las redes sociales.

Así empezó Jorge Vesrtrynge, que pasó de discípulo de Manolo Fraga a colega de Pablo Iglesias. Esta Macarena, que cualquier día saldrá imitando a la recordada María la de la Yerbabuena, apunta maneras. Esta Macarena es la misma que debatía en Canal Sur TV con Teresa Rodríguez, y no se tiraron de los pelos, ni de los moños, porque son unas señoras educadas que no cometen esas ordinarieces.

Yo, con lo que están diciendo, ya me he perdido, porque una tal Juani dijo en el gallinero no sé qué de “comer coño” y Macarena, en vez de indignarse, dijo que “¡viva la fiesta de la libertad!”, y a punto estaría de escribir “¡qué bonito, chocho!”, pero a tanto no llegó. Esta Macarena la de la Yerbabuena (o será de otras yerbas, vaya usted a saber) está haciendo méritos para que la nombren pregonera del Carnaval de 2024. Ya sabe más que Monchi el del Sevilla, que se partía el pecho en el Falla, aunque este año está más difuso, después del numerito que montó en el Sevilla-Cádiz.

Macarena la de la Yerbabuena está en plena campaña de libertinaje carnavalesco, incluso contra los principios fundamentales de Vox. No sabemos qué le dio Santiago Abascal a esta señora, después de las elecciones andaluzas. Tampoco el portavoz Manuel Gavira, que es gaditano oculto, lo ha explicado, pero Macarena está muy cambiada, y hasta dice borderíos, y contesta a los que recibe con otros mayores. Ya habla de Vera Luque, El Chapa, la chirigota de Sevilla y los del gallinero como si fueran colegas. Ahí tenemos a Macarena, desmelenada y con tatuajes por descubrir. Cuando yo escribí que en Cádiz había votantes que se pasaron de Teófila a Kichi me quedé corto. El Carnaval hace milagros diabólicos.

José Joaquín León