ESTA es la noche de la gran final del Carnaval, para la que cada aficionado tiene sus favoritos. Pero hoy me voy a referir al ganador seguro de este año, que es Joaquín Quiñones Madera. No en la final, sino en el Pregón del Carnaval, que tendrá mañana a su cargo. Por fin se ha reparado una injusticia. Viendo la nómina de pregoneros del Carnaval era lamentable que Joaquín no estuviera entre ellos. Se usa una doble vara de medir, para alternar a los carnavaleros con los famosos más o menos vinculados a la fiesta y a Cádiz. Pero no hay color entre uno que pregona de oídas y un autor con los méritos de Joaquín Quiñones. Es un reconocimiento más que merecido.

Existe un tópico sobre el Carnaval de entre siglos, según el cual, en la modalidad de comparsas, sólo había un duelo entre los Antonios: Martín contra Martínez Ares. Pero, por medio, estaba Joaquín Quiñones, que consiguió cinco primeros premios: en 1982 con los ‘Dioses del Olimpo’; en 1992 con ‘Suspiros de Cai’; en 1995 con ‘Los Charrúas’; en 2004 con ‘La Cárcel Vieja’ y en 2006 con ‘La Caldera’. Había empezado en 1971 con ´Los cenacheros’ y se retiró en 2013 con ‘Los peleles del siglo XXI’. Comparsas entre dos siglos, con otras muy recordadas aunque no ganaron, como ‘Robots’, ‘Hombres Azules’, ‘Pulchinelas’, ‘El Legado Andalusí’, ‘El Circo’, ‘Los Vikingos’ o ‘La Fábrica de Tabaco’.

Esa es la parte histórica, pero por encima está la persona. No se puede hablar de Joaquín Quiñones sin recordar sus años en la Fábrica de Tabacos. Algunos, que confunden la rivalidad con la enemistad, le colgaron el sambenito de las coplas de muertos. Pero otros autores se han hartado de matar a gente en sus repertorios, con mayor profusión, sin que se dijera nada de ellos, y sin que tuvieran el pellizquito de Quiñones.

Cuando le entregaron el Baluarte del Carnaval, en 2014, hice una glosa y dije, entre otras cosas: “Joaquín el de las grandes coplas de Cádiz, el de la lucha de los trabajadores, el que ha denunciado las injusticias y los abusos, el que ha criticado el terrorismo, el que ha defendido a nuestra tierra, el que ha expuesto los sentimientos del pueblo, el que se ha lamentado por su ciudad, el que nos ha recordado nuestra historia”.

Ese es el pregonero. No es uno que viene de Madrid, ni del famoseo. Este autor, ya histórico, es aquel niño “que creció en el Mentidero y que convirtió en copla los ecos de un mar que muere por la Alameda, a la vera del Baluarte, a los pies de la Virgen del Carmen”. Vuelve Joaquín Quiñones, que tantos años pregonó a Cádiz con sus coplas.

José Joaquín León