ALGUNOS iluminados hay que ver cómo son y qué pocas luces tienen. Los mismos que protestan porque no hay alumbrado extraordinario en el Carnaval de Cádiz son los mismos que se quejan porque no dejan las calles a oscuras en Semana Santa. A eso se llama juego de luces. ¿Dónde se dice que el Carnaval necesite una iluminación extraordinaria, como si fuera un estadio en un partido nocturno? ¿No se pueden contentar con unas luces normalitas? ¿Y no se han enterado de lo cara que está la luz? ¿Y no saben que Kichi arruinó a Eléctrica de Cádiz? Bueno, Kichi no la arruinó, sino los fichajes de Kichi, que tuvo pocas luces fichando.

Cádiz nunca ha superado la nostalgia del siglo de las luces. Así se calificó al siglo XVIII, que era el de la Ilustración. Cádiz prosperó mucho en el siglo de las luces. Después empezó la decadencia. Nos quedamos con con los siglos y sin las luces. En el bazar El Siglo, de la calle Ancha, vendían lámparas. Una pena. Con los años, el negocio fue a peor. Aquí ya se sabe que las luces no terminan de funcionar.

“A media luz los dos”, cantaba Carlos Gardel. A media luz se está mejor en Cádiz. O sin luz. Las parejitas se iban, de noche, a buscar las oscuridades por ciertos lugares, para darse el lote. Siempre se han dado los lotes sin alumbrado extraordinario. Recuerden las críticas que recibió Teófila Martínez cuando se le ocurrió poner un alumbrado tipo estadio en la playa de la Victoria. Los ecologistas dijeron que no veían las estrellas. Con luz extraordinaria se espantan las aves del parque natural y los pájaros de mal agüero. Aunque ya no hay pájaros de mal agüero, con el bienestar animal. Kichi también se cargó el alumbrado extraordinario de la playa, y las barbacoas, y la playa no se la ha cargado porque no le ha dado tiempo en ocho años.

Siempre nos quedará la Semana Santa. Ahí no existe ese problema. Juan Carlos Jurado se conforma con que no le estropeen la plaza de Candelaria, pongan la rampa en su sitio y no salgan chirigotas la tarde del vía crucis. Pero no le ha pedido a Lola un extraordinario alumbrado. Ya se pedirá, en su momento, que apaguen las luces la noche del Viernes Santo. Hubo un tiempo en que el Ayuntamiento ponía pegas para apagarlas. Decían que era más barato dejarlas encendidas. Con Kichi no tienen ese problema. Por apagar que no quede.

No quejarse tanto, que le falta poco. El año que viene a ver cómo está el precio de la luz, y si todavía existe Eléctrica de Cádiz.

José Joaquín Leòn