UNO de los mayores problemas de Cádiz (quizás el mayor de todos) es que no existe un modelo de ciudad. Se suele decir que Cádiz es muy chiquitito y no cabe nada. Pero no cesan de proponer ideas descabelladas para proyectos extravagantes. Porque se olvidan de lo principal: para convertir un proyecto en realidad hace falta dinero. Sin dinero todo es humo. Con dinero casi todo es posible. No se puede comprar el cielo, pero en la tierra se consigue bastante. Incluso ir en cohete a la luna, como diría Yolanda Díaz. Por eso, mientras no haya dinero sólo existen fantasías animadas por la imaginación. Y eso vale para todo. Pongamos por caso el hospital de Puntales, que es un ejemplo. La propuesta del Cádiz CF para un nuevo estadio se debe interpretar en ese sentido.

¿Hay dinero o no hay dinero? Si lo hay, se puede construir. Si no lo hay, no se puede. Después está la segunda parte. Dicen que es un proyecto de locos. De locos es trasladar una facultad a Valcárcel, enfrente de la Caleta, en vez de abrir un gran hotel de lujo. De locos es querer construir unas pistas polideportivas universitarias en el Campo de las Balas, en la mejor parcela turística de la ciudad. De locos es querer derribar la Aduana sin tener otro edificio mejor para trasladar los servicios aduaneros. De locos es decir que la Zona Franca es la gran reserva de suelo para el desarrollo industrial de Cádiz, cuando allí hay tanatorios, gimnasios, gasolineras, supermercados y tiendas de origen chino, entre otros negocios poco industriales. Aparte de naves ruinosas.

De locos decían que era la nueva terminal de contenedores del Puerto de Cádiz. Pero Teófila Martínez consiguió el dinero europeo. Ahora la locura consistiría en desaprovechar el suelo que se libera. Y que Cádiz tenga dos estadios también sería de locos. Basta con uno. Pero puede ser el actual Nuevo Mirandilla u otro nuevo. Existen múltiples ejemplos de reconversiones de estadios. Se pueden adaptar para otros usos. Por ejemplo, abrir un gran centro comercial que Cádiz no tiene y aprovechar para dotar de una zona verde al barrio de La Laguna, donde hace medio siglo aún había ranas.

Y no hace falta irse a Puerto Real. Los grandes estadios suelen estar en zonas urbanas, con pocas excepciones. El del Real Madrid está en el Paseo de la Castellana, el del Barcelona (ahora en obras) en Les Corts, el del Sevilla en Nervión, el del Betis en Heliópolis… En Cádiz se podría construir en la Zona Franca. O en otro lugar. El problema no es el espacio, sino si van en serio; o es otra parida como la plaza de toros multiusos.

José Joaquín León