DESPUÉS de las inundaciones no nos podemos quedar sólo con el politiqueo barato de andar por casa. Ni tampoco conformarnos con una lluvia de millones para la reconstrucción de todo lo destruido. Por supuesto que hay que tomar decisiones, e invertir para paliar cuanto antes mejor las pérdidas. Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón tienen una alta responsabilidad, incluso personal, porque no estuvieron a la altura de las circunstancias. Esta catástrofe les obliga a adoptar medidas de fondo para que en el futuro no ocurra algo de similar gravedad. Y eso obliga a diagnosticar y a corregir.
En estos días se ha destacado que la capital valenciana se ha salvado gracias a las obras que realizaron para el desvío del río Turia. Aparte del calentamiento global, el Levante español es propenso a las gotas frías y las lluvias torrenciales. Se sabe que sufrieron graves inundaciones en otros tiempos. Igual que Andalucía y otras regiones españolas.
La diferencia de los daños sufridos suele estar en la previsión. Donde más llueve de España es en Galicia y en Asturias. Pero no son las regiones que sufren más daños. Donde más llueve de Andalucía es en Grazalema, pero no es el municipio de la provincia de Cádiz que sufre más daños. La mayor parte de las inundaciones graves ocurren por desbordamiento de ríos o arroyos Y en los núcleos urbanos suelen lamentar más inundaciones en los barrios y calles donde no funciona bien el alcantarillado, o hay problemas con los tanques de tormentas por su escasa capacidad.
Para la previsión de catástrofes hay que valorar la geografía y el paisaje. La comarca con más víctimas de Valencia es un ejemplo de zona peligrosa. Hay más en España, también en Andalucía, sobre todo en urbanizaciones mal planificadas. En la provincia de Cádiz, se debe analizar el riesgo potencial en los municipios donde han construido viviendas ilegales, que carecen de saneamientos básicos. También por qué en algunos barrios de Jerez, San Fernando y otras localidades de la Bahía hay más inundaciones en casos de lluvias fuertes. Quizás sea porque necesitan adaptarse mejor a sus circunstancias.
Debería ser misión de las autoridades crear planes estratégicos para la previsión de catástrofes. Sin olvidar que eso pasa por obras públicas necesarias. Sólo nos acordamos cuando ya es tarde. Se habla mucho de la sanidad, la educación y la vivienda públicas. Y nos olvidamos de las obras públicas, que diferencian al mundo civilizado de los países subdesarrollados.
José Joaquín León