EN la ciudad de Cádiz el Viernes de Dolores es muy de Dolores. Me refiero a que se ha convertido en el día por antonomasia de Dolores, la cofradía de la Venerable Orden Tercera de Servitas, que da culto a esta dolorosa, de delicada belleza. Ya he escrito en otras ocasiones que se trata de una singularidad gaditana. Dolores salía el Viernes Santo, que era uno de los días más completos (en cantidad y en calidad artística y devocional) de la Semana Santa gaditana. Dolores decidió pasarse al Viernes de ídem para recuperar una costumbre antigua. Es un asunto sobre el que existió cierta polémica, y ya no tiene sentido avivarla. Y es verdad que el Viernes de Dolores en Cádiz se consolida como un día especial.

En otras ciudades andaluzas salen cofradías el Viernes de Dolores. En Sevilla hoy salen seis, pero también salen (o han salido) en Málaga, en Jerez, en Almería y en otros lugares. Son las llamadas cofradías de vísperas. En casi todos los casos su intención es ganar experiencia para encontrar hueco e incorporarse a la nómina de la Semana Santa desde el Domingo de Ramos hasta el Viernes o el Sábado Santo. Es decir, el Viernes de Dolores, para muchas hermandades, ha sido una jornada transitoria, para acumular méritos de cara al futuro.

Y ese no es el caso de Cádiz. Aquí los méritos de Dolores ya estaban acumulados, al ser una de las cofradías históricas, una de las mejores imágenes marianas, con una titular coronada en la Catedral, y que ya estaba posicionada en el Viernes Santo. En resumen, hicieron ese recorrido al revés y por su propio interés.

Con los años, se ha quedado consolidado, porque acude más público a verla, y porque musicalmente tiene el lujo de ser acompañada por la banda de música de Tejera, que es la mejor de las que salen en Sevilla y que toca allí durante toda la Semana Santa, pero acude a Cádiz el Viernes de Dolores. Su director, José Manuel Tristán, es un enamorado de Cádiz, ha colaborado con el coro de Julio Pardo, y está muy contento de poder participar el Viernes de Dolores. Para ellos es una cita deseada y cuidada.

Igual que la banda de cornetas y tambores del Rosario se ha consolidado en Sevilla, para Cádiz es una suerte que acuda la música de Tejera el Viernes de Dolores, o que la banda de la Oliva, de Salteras (que acompañó a Abel Moreno cuando recibió la Medalla de Andalucía) acuda el 16 de julio con el Carmen.

La Semana Santa en las calles gaditanas no empieza el Domingo de Ramos. El Viernes de Dolores está definiendo un estilo propio.

José Joaquín León