EN Cádiz se oyen quejas por la falta de espacio, a la que se atribuyen todas las desgracias de la ciudad. Y, sin embargo, hay terrenos que no se aprovechan, como los de Puntales para el Hospital. O los de Tolosa Latour para la Ciudad de la Justicia que no se construyó. O los de la Zona Franca, donde quedan opciones que no terminan d cuajar. Y otros que harían la lista interminable. Y entre ellos, faltaría más, está el de Puerto América, que forma parte del desperdicio en que se convirtió la Punta de San Felipe, que sigue siendo un experimento fallido. Casi todos los espacios desaprovechados de Cádiz tienen algo en común: dependen de los poderes públicos.

Así que en el eterno dilema entre lo público y lo privado, vemos que en Cádiz lo público soluciona poco. Y que es precisamente la inversión privada la que está tirando de la economía local. Eso es nota en los pisos de nueva construcción. Y también en los hoteles. Y no se puede decir que sea porque en las administraciones gobierna el PP, ya que también ha gobernado la izquierda. En el Ayuntamiento de Cádiz gobernó Kichi y la Izquierda Gaditana durante ocho años perdidos. El PSOE ha gobernando en la Junta durante casi 40 años. Y en el Gobierno central tenemos desde 2018 a Pedro Sánchez, en una coalición del PSOE con Sumar, que en general resta más que suma.

Por lo cual el proyecto de Puerto América está en el aire. También depende de lo público. Y de la izquierda insumisa, que ya está poniendo piedrecitas en el camino para fastidiar, como es costumbre. En esa encrucijada pudiera ocurrir que la inversión en Puerto América vuelva a fracasar. Y que Cádiz se quede sin un hotel de cinco estrellas en un espacio de lujo, que debería servir también para regenerar la Punta de San Felipe y que no siga al margen de la ciudad.

Las mayores inversiones que se están haciendo en Cádiz son privadas, pero con otra peculiaridad: no son empresas gaditanas, sino sevillanas. De Sevilla es la empresa que acabó con la ruina del Tiempo Libre y construyó un nuevo hotel junto a la playa. De Sevilla es la inmobiliaria que está construyendo la torre Abu y otras promociones. De Sevilla es la empresa que quiere abrir un hotel de cinco estrellas en Puerto América. ¿Cádiz se está convirtiendo en un barrio de Sevilla? ¿O es que en Cádiz no hay empresas, ni empresarios, con la mínima solvencia para acometer proyectos de relieve?

Son cuestiones que deben mover a la reflexión. Y darnos cuenta de que aquí se ha seguido un camino equivocado. 

José Joaquín León