EN el nombre del puente Carranza se vuelve a observar que en Cádiz existe una gran preocupación por estos asuntos. El telón de fondo es la incoherencia, la falta de criterios y de ideas claras. Y tomar cuestiones discutibles como dogmas de fe. Por ejemplo, si el puente viejo se llama José León de Carranza, porque ese alcalde fue su impulsor, el puente nuevo se debería dedicar a Teófila Martínez, que fue su impulsora. Y también se debe tener en cuenta que el puente viejo (como el nuevo) enlaza Cádiz con Puerto Real, por lo que el Ayuntamiento gaditano, que no es el propietario actual del puente, no tiene vela en ese entierro de los nombres. Debe ser Óscar Puente quien le ponga el nombre al puente, ya que depende del Ministerio de Transportes, el mismo donde ejerció José Luis Ábalos cuando aquellas mascarillas.

A los de Sumar, por hacer algo, les ha dado por recoger firmas y proponer que se lo dediquen a Rafael Alberti. Gran poeta, nacido y fallecido en El Puerto de Santa María, en cuyo término municipal no está ese puente, pero cantor de los mares de la Bahía y marinero en tierra acreditado. Sin embargo, poner nombres de artistas a las infraestructuras no es lo recomendable. A la estación ferroviaria madrileña de Atocha le pusieron el nombre de Almudena Grandes. Novelista prematuramente fallecida, a la que he leído y admiro, pero que tampoco sumaba especiales motivos para que le dedicaran una estación de AVE. Ni nadie la llama por ese nombre, sólo en la megafonía. La gente que viaja la conoce como la estación de Madrid-Atocha. Igual que existen la de Barcelona-Sants y la de Sevilla-Santa Justa. Poner un nombre de santo siempre aporta mayor solemnidad.

Ya he escrito otro artículo sobre este puente, donde indiqué que nombrarlo puente de los Astilleros es discriminatorio para los obreros de Airbus o de Delphi. Todo el sector del Metal ha destrozado ese puente, así que no deben establecer distinciones. Si acaso lo pudieran denominar puente del Metal. Pero sonaría fatal. Y puente de la Revolución Obrera, o algo así, no le va a poner Óscar Puente, eso te lo aseguro ya.

Otra opción mejor sería un nombre geográfico. Puente de la Bahía de Cádiz, puente del Trocadero, puente del Río San Pedro... Igual que en Nueva York hay un puente de Brooklyn y otro de Manhattan. En Venecia hay un puente de los Suspiros. En todas partes hay puentes y no discuten tanto estas pamplinas, ni se los dedican a los militantes artistas de sus partidos. Esa es la cuestión. ¿Por qué no organizan una consulta popular?

José Joaquín León