A Felipe González nadie le puede negar que es el político más genial que queda en España. Puede que el único. Como él mismo dijo en el Foro Joly del pasado jueves en Sevilla, le atacan porque es el último superviviente de los que hicieron el pacto que permitió la Transición y la democracia en España. Bueno, pues Felipe remató su actuación, tras una tanda de muletazos adornados, con una estocada hasta la bola, en la que le puso el epitafio político lapidario a Pedro Sánchez: “Lo hizo lo mejor que sabía, aunque no sabía”. Muchos de ustedes verán que esto mismo se le puede aplicar a nuestro alcalde Kichi, aunque él todavía no está en el momento Epitafio (otros sueñan con que ya le falta poco). Y es que nuestro alcalde “hace lo mejor que sabe, aunque no sabe”. Y se le nota.

Lo de poner epitafios en las lápidas es una costumbre que se ha perdido, por culpa de las cenizas de los difuntos que abandonan en cualquier sitio. Antes se ponía inscripciones para glosar la vida y las obras del finado; o si no había mucho que destacar, al menos eso tan socorrido: “Pasó haciendo el bien por el mundo”. Pues ahora pasa eso, que están pasando muchas cosas y mucha gente pasándose de la raya. Incluso en Cádiz.

Fijarse lo que está pasando en Cádiz cuando estos se han puesto a volar por su cuenta. En cuanto se les acabó la herencia recibida de la señora rubia, a la que tanto criticaron, ya no saben qué hacer. O se ponen a innovar, que es peor. Una cosa que no le interesa a nadie es que van a cambiar los premios Cortes de Cádiz. Puede que le terminen concediendo el Premio Libertad a Maduro para distraer a la buena gente y que se monte un numerito. Y ahí está la polémica del alumbrado de Navidad, que ha quedado desierto. Con lo que no podrán cumplir sus pintorescos planes, que pasan por iluminar Alcalde Blázquez en el Cerro del Moro, Avión Cuatro Vientos en Loreto y la plaza Reina Sofía en La Laguna, en zonas de irrelevancia comercial, para dejar a oscuras las calles Columela, Ancha, Compañía y Pelota. Todo eso por no hablar de la inoperancia en la parálisis de actividades en Cádiz.

Mientras esto sucede, la oposición compite a ver quién dice la parida más grande. La oposición de PP, PSOE y Ciudadanos no debería engañar a la buena gente. Entre los tres partidos juntos disponen de mayoría absoluta. Si no se cambia es porque no hay voluntad de cambiar. Quiere decir que pueden imponer a los otros unas ciertas políticas sí o sí. Además de que le pueden colocar el epitafio político al alcalde en cuanto se sienten a pactarlo. Hasta le harían un favor.

José Joaquín León