UNA de las grandes habilidades de Pedro Sánchez es conseguir que se confunda la realidad con sus deseos. Su capacidad para la ficción es excepcional. Probablemente estamos ante el mejor cuentista español del siglo XXI. Del Rey abajo, ninguno se puede considerar a salvo de sus relatos. Ya se ha visto que cuando no consigue algo se lo inventa; y a veces lo termina consiguiendo, porque la gente se lo ha creído antes. En este país el relato se impone a la verdad. Vivimos en una antología del cuento desde el 23 de julio.

El primer cuento de Pedro Sánchez es decir que él ganó las elecciones. Pero las elecciones no las ha ganado Sánchez, ni cuenta con apoyos para gobernar. En la noche del 23-J montó un show con sus bailarines María Jesús Montero y Miquel Iceta. Pareció que el PP perdió, a pesar de que fue el más votado con 137 escaños, que son 48 más de los que tenía. El PSOE se quedó con 121. Entre el PSOE y Sumar (los partidos que aún gobiernan) tienen 152 escaños y están a 24 de la mayoría absoluta, para la que necesitarían el apoyo constante de todos los independentistas.

El segundo cuento fue acudir ante Felipe VI diciendo que iba con más apoyos que Feijóo. Otra ficción. Feijóo tiene 172 votos, a 4 de la mayoría absoluta. Sánchez afirma que puede alcanzar 178, como en la Mesa del Congreso; pero son casos diferentes, y llegó a la audiencia sin el apoyo expreso de Puigdemont, ni siquiera del PNV. Así que el Rey decidió lo normal: nombró a Feijóo, que consiguió más votos en las elecciones y acudió con más apoyos.

El tercer cuento es que Pedro podría gobernar durante toda la legislatura, tras ganar en una segunda investidura. Otra ficción. Aunque forme Gobierno estaría contra las cuerdas. Sería el gobierno más débil desde 2016, ya que tendría garantizados 172 votos en contra, y necesitaría los apoyos permanentes de Frankenstein al completo. Aparte de perder en el Senado.

El cuarto cuento tampoco es realista: dice que ha ganado el bloque progresista de izquierdas. Pero ahí incluye al PNV y a Junts, que son de derechas. Y que no apoyarían las leyes populistas podemitas.

El quinto cuento es mágico: la invención de que podría aprobar una amnistía para Puigdemont y convocar un referéndum de separación de Cataluña, sin que eso entierre al PSOE en el resto de España.

Es mejor asumir la realidad y no sus relatos. Sólo hay dos salidas: un acuerdo entre el PP y el PSOE (que parece imposible), o votar en unas nuevas elecciones.

José Joaquín León