DESPUÉS de la exitosa gala de los Grammy Latinos, que puso a Sevilla en el mapa de quienes no tenían conocimientos geográficos, el Ayuntamiento se marcó otro objetivo: ser la capital de la Navidad. Se suponía que la capital navideña era Vigo, gobernada por Abel Caballero, un socialista de la vieja guardia, que resiste en el poder local desde 2007, cuando era presidente Zapatero. En Vigo montan un árbol navideño de 40,5 metros, que pasaba por ser el más alto de España, aunque este año lo intentaron superar en Badalona (Barcelona), cuyo alcalde es Xabier García Albiol, del PP, y en Cartes (Cantabria), cuyo alcalde es Agustín Molleda, del PSOE. Las dos Españas se enfrentan hasta para la Navidad.

En Sevilla el alcalde es José Luis Sanz, del PP, pero él no ha levantado el árbol navideño más grande de España. Después de las experiencias de los ficus de San Jacinto y la Encarnación, del palo borracho del Alcázar y de otros árboles, es mejor no arriesgarse. Sevilla ha aprovechado el río para competir con Vigo, que tiene una ría.

Sevilla es la capital de la Semana Santa y nadie se lo discute. Enrique Guevara, que es un gran cofrade madrileño sevillanizado y uno de los mejores investigadores de la Semana Santa española, describe en su libro A imagen y semejanza de la Semana Santa de Sevilla las influencias y pervivencias de lo sevillano en otras localidades. Es una capitalidad indiscutida e indiscutible.

Sevilla también es la capital de las ferias de España, que se fijan en el real de Los Remedios para bailar por sevillanas y copiar todo lo copiable, pero sin el encanto de lo original. Y esa es una fiesta laica, pero cuenta con su propia liturgia festiva. Por el contrario, el Corpus es una fiesta religiosa. Y el de Sevilla rivaliza con el de Toledo por ser el mejor de España. Cada uno con su estilo, pero el nuestro es más largo. Y yo creo que más bonito también. Sin desmerecer al de Toledo, que es una ciudad bellísima y repleta de arte.

Faltaba la Navidad. La Cabalgata de los Reyes Magos, organizada por el Ateneo, probablemente sea la mejor de España. Desde luego es la que sale con más carrozas. Pero en la Navidad propiamente dicha no ha figurado Sevilla entre las más distinguidas. A pesar de los intentos anteriores. Este año Sanz ha asumido el reto de subir el listón y superar la competencia de Vigo, Málaga y otras ciudades. Y la Fundación Cajasol ha demostrado en su belén que las figuras secundarias de la Semana Santa pueden ser polivalentes. Aunque queda la impresión de que Sevilla debe mejorar la oferta para ser capital de la Navidad.

José Joaquín León