DESPOLITIZAR el fútbol ha sido la clave del éxito de la selección de España, campeona de Europa. El paladín de esa despolitización ha sido Luis de la Fuente. Lo nombró seleccionador Luis Rubiales, todo hay que decirlo. Después del pico a Jenni Hermoso, que politizó el éxito de la selección femenina campeona del mundo, se vio a Luis de la Fuente entre los que más aplaudían el discurso de Rubiales. Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y demás gobernantes progresistas colocaron a Luis de la Fuente en el punto de mira. El objetivo era echarlo. Pero los futbolistas hicieron piña con De la Fuente, ganaron por 1-7 en Georgia, y empezó la fiesta. En el Gobierno se quedaron con las ganas de venganza. Aquel día debutó y marcó Lamine Yamal, con 16 años y 57 días.

Los futbolistas de la selección masculina, como dejó muy claro Carvajal (el verdadero capitán), no querían ser unas marionetas, como las femeninas, en manos del Gobierno. Desde entonces Pedro Sánchez y los suyos han intentado incautarse de la Federación. Quieren mangonear hasta el fútbol. Han utilizado el TAD contra Pedro Rocha. Y han dejado en ridículo al mismísimo Vicente del Bosque, que se prestó a hacer de hombre de paja como comisario político en la Federación, y ha sido ninguneado por la UEFA.

Luis de la Fuente es el líder perfecto. Gestiona el grupo como se debe hacer. Es como Carlo Ancelotti, un entrenador que no va de figura. Lo contrario de Mourinho. Y ha optado por el estilo que cambió todo en España, desde que lo llevó Pep Guardiola al Barça, con Xavi, Busquets e Iniesta, y lo adaptó Luis Aragonés a la selección. El balón se puede mover rápido o lento, en corto o en largo, pero hay que tenerlo. Es mejor que ver cómo juega el rival y encerrarte atrás.

En la selección hay futbolistas nacidos en Cataluña, País Vasco, Andalucía, Madrid, la Comunidad Valenciana, Galicia, Navarra, Canarias… Se ha utilizado a Lamine Yamal y Nico Williams como si fueran extranjeros, por la ascendencia de sus familias, pero ellos han nacido en España. Por el contrario, hay dos nacionalizados de los que nadie habla, Laporte y Le Normand, dos franceses de raza blanca, que han sido los centrales titulares. Lo de raza blanca lo apunto porque en la selección de Francia que perdió contra España había mayoría de raza negra. Hoy en día las razas están mezcladas, y sólo se preocupan por esas diferencias los racistas y el bloque progresista.

De la Fuente ha unido la España que Pedro Sánchez desune. Los futbolistas no hablan de La Roja, sino de España, incluso catalanes y vascos. Sólo falta despolitizar las celebraciones, que han vuelto a ser la parte histérica de un éxito histórico.

José Joaquín León