JUANMA Moreno Bonilla nació en Barcelona, hace 55 años, pero se le considera malagueño. No obstante, esa referencia del lugar donde vino al mundo le condiciona. El pasado fin de semana volvió a Cataluña para presentar su libro, Manual de convivencia, y para asistir a la misa que presidió el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, con motivo de la peregrinación de la Hermandad de Montserrat, que llevó su Virgen al santuario catalán ante la Moreneta.

En la misa de Montserrat coincidieron y hablaron políticos que se incluyen entre los moderados de sus partidos (y raros, en tiempos de tanta crispación). Además del presidente de la Junta, estaban el conseller de Justicia de la Generalitat y la alcaldesa de Monistrol, el municipio donde se ubica el santuario de Montserrat. El conseller es Ramon Espadaler, que perteneció a un sector de UDC (el partido de Duran i Lleida) que se integró en el PSC con Salvador Illa. Y la alcaldesa de Monistrol de Montserrat es Nuria Carreras, que protagonizó un caso singular en 2023, pues pertenece al PP y arrebató esa alcaldía (emblemática por el lugar donde se encuentra) a ERC, el partido de Oriol Junqueras, probablemente con muchos votos prestados, ya que el PSC ganó allí dos meses después en las generales, seguido por ERC, Junts, Sumar y PP.

Estas cosas no se entienden bien fuera de Cataluña, quizás porque no se distinguen las voces de los ecos. En una reciente entrevista en La Vanguardia, dijo Oriol Junqueras, líder de ERC, que en España hay cinco autonomías perjudicadas en la financiación: Cataluña, Baleares, País Valenciano, Murcia y Andalucía. Es decir, una en la que ERC apoya al PSC y cuatro gobernadas por el PP. Apenas se le ha dado relevancia a eso.

En otra entrevista publicada en La Vanguardia el pasado lunes, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, dijo que tiene una relación fluida y correcta con el presidente de la Generalitat, el socialista Salvador Illa, a pesar de las diferencias de modelo económico. “Andalucía y Cataluña buscamos el poder periférico. No creemos en el centralismo”, añadió. Sin plantearlo expresamente, insinuó que la entente de Andalucía y Cataluña se puede consolidar en el futuro, a través de ese eje mediterráneo, que está infrafinanciado. En tiempos de crispación, Juanma suena raro. Aunque vale más el diálogo que el insulto.

José Joaquín León