SE ha dado a conocer en este Diario, recientemente, la extinción de la Asociación de Amigos del Folklore, que organizó el Festival Internacional Ciudad de Cádiz hasta 2011. Dejaron de percibir subvenciones en 2012, el año del Bicentenario de la Constitución. Es decir, que cuando se destinó bastante dinero para espectáculos en Cádiz, se lo regatearon a esta asociación, que presidía Antonio Fernández-Repeto. Junto a Manuel Granado y a otros colaboradores, pusieron en marcha un festival que también le dio vida al Teatro José María Pemán (cuando funcionaba). Además, ayudaron a la actividad de los grupos folklóricos gaditanos.

ENTRE todos los fichajes que podría presentar el Cádiz CF para la próxima temporada, el mejor sería el de Paula Echevarría. En vez de mosquearse para animar el ambiente, Manolo Vizcaíno y Quique Pina deberían firmar donde hiciera falta para contratar a esta señora. Todo lo que toca ella se convierte en oro. De modo que si posa con una camiseta del Cádiz, se venderían muchas más que las de Neymar el día que fichó por el París Saint Germain. Sería una fuente de ingresos añadidos, y se dispararían hasta las falsificaciones que ofertan en la calle Compañía. Además, a sus 40 años recién cumplidos, Paula es una it girl, mientras que un futbolista es más viejo que Güiza. Y vende mucho más una influencer que un crack.

ES difícil de explicar el besamanos magno que se ha organizado hoy y mañana en los templos de Cádiz. Es difícil, porque tiene un fundamento, bastante coherente, pero hay que entenderlo. Se celebra dentro de los actos del 150 aniversario del nombramiento de la Virgen del Rosario como Patrona de Cádiz. Por ello, Vírgenes dolorosas y gloriosas que, al parecer, ascienden a 40, serán expuestas en sus templos, como un honor más a la Patrona. Se celebra en estas fechas porque mañana es la fiesta mariana de la Asunción. Pero hay que explicarlo bien, porque se trata de unos actos de culto interno (dentro de los templos), y no tienen nada que ver con las barbacoas, ni con el Carnaval de verano, ni con los eventos lúdicos de agosto.

EN este Gran Día de las Playas, “donde descansan algunos de los mejores recuerdos de nuestra infancia y nuestra vida en general” (el alcalde de Cádiz dixit en su bando), voy a  hacer una breve exaltación (sin ripios chungos) de la playa de Cortadura, una de las más “preciadas joyas naturales” de nuestra provincia. Pertenece al término municipal de la capital y consiguió la bandera azul de los mares limpios. Sin embargo, a diferencia de La Caleta, Santa María del Mar y La Victoria, no se puede considerar una playa urbana. Está en el istmo, rodeada de mar, con nun entorno reconocido como un parque natural, o algo así, donde “viven seres vivos”.

SERA recordado como el Año de la Gran Batalla. Aquel 2017, cuando las típicas barbacoas nocturnas del Trofeo fueron prohibidas y más que prohibidas. Como alternativa, se organiza una Batalla de Coplas de Carnaval, en la que estarán todos los premiados, menos el coro de Luis Rivero y la chirigota del Selu. Para rellenar el programa de actividades, nuestro Ayuntamiento ha incluido los conciertos de Minha Lua en el Castillo de Santa Catalina y La Canalla en el Baluarte de la Candelaria. Además, del Mercado Andalusí en el barrio del Pópulo, que se organiza todos los años en agosto, y no lo han inventado ellos, ni es novedoso.