HAY noticias contradictorias, que nos dejan intuir una incipiente burbujita en el turismo de la provincia de Cádiz. ¡Cuidado! Un día después de publicarse en el Diario que había sido el verano con más contratos de empleo (mayormente temporales), se supo que el paro había aumentado en agosto. Pero el problema no está sólo en el empleo, sino especialmente en que ha disminuido el número de turistas en los hoteles. Así lo ha reconocido el presidente de Horeca, Antonio de María, que lo atribuye a las funestas consecuencias del levante en el verano de 2016. Puede ser que también hayan influido otras cuestiones.

EN la ciudad de Cádiz existe una profunda preocupación social por la cultura. Aunque algunos días no se nota. Por ejemplo, la Policía Local ha informado sobre la detención de “una persona” (sin mayores precisiones) a la que acusaban de ser el presunto autor de daños en 26 de los cuadros de la exposición callejera sobre el Tricentenario de la Casa de la Contratación, que se ha instalado en el museo público de las rejas del Muelle. Un lugar de lo más apañado. Y lo de llamarlos cuadros también se debe precisar, porque no son como los de Zurbarán del Museo de la plaza de Mina, sino reproducciones gráficas, algunas artísticas y otras no tanto.

EL riesgo de atentados terroristas yihadistas en Cádiz y su provincia es hoy el mismo que existía antes del 17 de agosto. Ni más, ni menos. No hay que acongojar a la gente. No hace falta cambiar los hábitos de vida, ni nada de eso, porque a la larga es lo que buscan los terroristas: crear más miedo del razonablemente necesario. Por ello, la instalación de bolardos en lugares como la plaza de San Juan de Dios hay que verla en su justa medida. Estamos en la apoteosis del bolardismo. Desde que se difundió que Ada Colau no los quiso colocar en las Ramblas de Barcelona, todos los alcaldes están dispuestos a bolardear lo que haga falta. Aunque sea sin ton ni son, y sin valorar las consecuencias colaterales que pueden ocasionar.

AYER, viernes 1 de septiembre, fue “un día histórico” en Cádiz. Es lo que dijo el concejal de Medio Ambiente, Álvaro de la Fuente. ¿Y por qué motivo? Comenzó la municipalización de los servicios de limpieza de los módulos de playa. Ese acontecimiento perdurará en los anales de la ciudad, como el día 19 de marzo de 1812, cuando se aprobó la Constitución. En este caso, no sucedió el día de San José, sino el día de San Arturo. Ni aún así se garantiza su futuro. El PP y el PSOE están en contra. Ignacio Romaní y Fran González aprecian irregularidades, y van a convocar el Consejo de Administración de Cádiz 2000, y dicen que se van a enterar.

SE hundió en siete minutos y ya han pasado seis años de abandono. No es el primer réquiem que escribo por el Vaporcito, ni siquiera el segundo. Se podría publicar un recordatorio muy sentido todos los años, en torno al 30 de agosto (que fue la fecha de la defunción), encargarle un funeral marinero típico gaditano con pasodobles y tangos, o algo así. Total, en Ceuta le cantaron una plegaria rociera a Ganesh, un dios hindú, y los tiempos están confusos. Pero nunca te olvidaremos, Vaporcito, por mucho catamarán que navegue. Ahí está el origen del mal: tienes competencia desleal. La Bahía siempre será tuya, Adriano III, que te ausentaste de este mundo sin dejarnos un digno heredero, un Adriano IV, que mantuviera toda la grandeza de tu imperio marinero.