LA polémica surgida con la retransmisión de la cantera en Canal Sur es peligrosa para el futuro del COAC. Las exigencias para imponer la presencia de juveniles son excesivas. Perjudicaron al informativo nocturno, que debe ser el espacio estrella de una televisión pública. A cambio de imponer actuaciones en vivo que no interesan a muchos andaluces. Al descontento que provocaron entre el personal de la RTVA se añaden los datos de la audiencia, que en cuartos de final es floja e insatisfactoria. Seamos serios: en el resto de Andalucía, a donde llega la televisión regional, sólo atraen las agrupaciones punteras. Es decir, la final, y si acaso las semifinales.

El momento para la polémica no ha sido casual. En el horizonte de los próximos meses llegará la renovación de la cúpula directiva de la Radio Televisión de Andalucía, así como los cambios de programación en Canal Sur. Esas modificaciones se van a negociar entre los partidos, empezando por PP y Ciudadanos, que gobiernan la Junta y van a crear un nuevo ente público colegiado. Puede llegar un cambio de rumbo para el Carnaval. O, al menos, puede desaparecer el interés por las fases intermedias del COAC. Traducido significaría una pérdida de ingresos, que las televisiones privadas tampoco compensarían.

Canal Sur no es como Onda Cádiz, que abarca una audiencia local y provincial, especialmente interesada en el Carnaval. Para la televisión municipal gaditana es muy importante disponer de esos derechos televisivos y retransmitir todo el concurso. Pero su potencial económico es más limitado.

Contar con Canal Sur ha sido un chollo para el Carnaval de Cádiz. Le ha dado cobertura y difusión (que después se traduce en contratos) en Andalucía e incluso más allá. En otras provincias se critica que el Carnaval gaditano ha sido mimado por la televisión pública andaluza. La buena relación con Joaquín Durán, Manolo Casal y Modesto Barragán lo ha beneficiado.

Pueden venir otros tiempos. El Carnaval de Cádiz seguirá interesando, aunque puede que ya no tanto. Esas circunstancias hay que tenerlas presentes a la hora de exigir.

José Joaquín León