EL Cádiz se clasificó para los octavos de final de la Copa, con un 3-5 memorable ante el Betis. Queda para la historia cadista una primera parte extraordinaria, en la que el Cádiz se fue con un 2-4, que debió ser un 1-5, ya que el primer gol del Betis llegó en una falta regalada y le anularon otro a Aitor por la cara. Esta colosal victoria llegó ante un rival desquiciado, que practicó el fútbol que le convenía... al Cádiz. Pero también llegó con un equipo en que los delanteros suplentes (Barral, Dani Romera, Aitor y Moha) dieron la cara al máximo nivel, y a contra estilo: valientes, buscando el intercambio de golpes, sin encerrarse.

Una gran victoria, que se empezó a fraguar muy pronto, desde que David Barral arrancó y demostró que es el goleador de este equipo. El partido se jugaba con la locura por sistema. El árbitro Trujillo le hizo un favor al Betis, con una falta inventada que Boudebouz convirtió en el empate. Seguía la fiebre del gol con el que marcó Dani Romera para igualar la eliminatoria. Volvió a empatar Tello. Y volvió a marcar el Cádiz, tras un penalti bien buscado por Barral, que transformó Aitor.

Habían pasado sólo 26 minutos, un delirio goleador, cuando el Cádiz, con un 2-3, ya tenía la eliminatoria a favor. La delantera amarilla era dinamita pura. Pudo marcar Moha. Le anularon un gol a Aitor por un falso fuera de juego, que se inventó el juez de línea. Hasta que llegamos al minuto 40, cuando otra colada de Aitor fue culminada con el 2-4, el segundo gol de Dani Romera.

Primera parre increíble. Los delanteros cadistas imperiales. Moha como una locomotora. Barral demostrando su veteranía y peligro. Dani Romera, por fin, marcando goles. Y Aitor… El mejor Aitor, con velocidad y bicicletas que volvieron majareta a Rafa Navarro (cambiado en el descanso) y con su disparo recuperado.

Un Cádiz para el recuerdo, con cuatro puñales arriba que son suplentes. Ayer pidieron minutos, que no sean sólo los de la basura.

La segunda parte fue diferente. Abdullah y Álex habían estado fenomenales para cortar y contragolpear, pero acusaron el esfuerzo. Sufría Nico, que no es lateral (y se le notaba), en el marcaje a Tello, que volvió a marcar. Con el 3-4, se quedaba el Betis a un gol de clasificarse. Llegaron los peores momentos del Cádiz. Varias ocasiones para estropear una noche que no se merecía ningún borrón.

Álvaro Cervera, que tardó demasiado en los cambios, metió más oxígeno y carreras con Salvi y Alvarito, que salieron dispuestos a fajarse. Hacía falta Garrido como el comer. Pero antes de que el muro vasco entrara, en otro saque de esquina, Kecojevic puso un 3-5 inalcanzable para el Betis.

Hay que felicitar a todos por esta gran victoria. Y no sólo por marcar cinco goles, sino por haber dado la cara. Todos. Incluso los que no juegan como titulares. Incluso los que no han tenido tantas oportunidades como otros. Incluso Nico Hidalgo, criticado a veces, que bailó con el más peligroso, en una posición que no es la suya.

Ayer se vio un Cádiz de Primera, sin titulares ni suplentes. Un equipo heroico, que renunció a jugar un amistoso. La gesta del 3-5 es un éxito de esos futbolistas.

José Joaquín León