SE debe reconocer el mérito allí donde aparezca. Al alcalde de Cádiz, José María González, se le debe reconocer que practica la cultura del esfuerzo. Recibió al embajador de Catar en España, Mohamed Jaham Al Kuwari, y estaba protocolariamente vestido, con chaqueta y corbata, mientras el embajador llegó sin corbata, quizá por haber escuchado ciertas leyendas urbanas sobre las indumentarias del alcalde. También es verdad que antes los embajadores de esos países árabes vestían chilaba, como si fueran de ‘Los sarracenos’ de Paco Alba, pero ya no. El alcalde evoluciona, que diría Darwin, no sólo revoluciona. Aunque por mucho que evolucione, un anticapitalista no tiene nada que ver con los fondos de inversión de Catar. No obstante, un anticapitalista daría un pelotazo si consigue vender el hotel del estadio. Inversiones más raras se han visto. Aunque no en suelo gaditano.

El embajador de Catar vive en Madrid y se había interesado por un lugar llamado Cádiz. Según informó ayer Pedro Ingelmo, hablaron de varios proyectos de energías renovables, de viento, de sol, de cosas así, que se hablan, mientras te venden el gas natural y el petróleo, que es lo suyo. Porque no se ha hecho el país con más renta del mundo con el sol, sino con los petrodólares, que reinvierten en operaciones financieras, algunas discutibles. También se han apuntado a las televisiones, desde Al Jezeera a Bein Sport, aunque de Onda Cádiz no hablaron en esta visita.

A los de Podemos no les gustaba Catar. Ahora se llevan mejor, porque los cataríes tampoco tragan a los saudíes. Enemigos comunes.  Catar es como es. Y es muy conocida por el fútbol, por conseguir un Mundial con algunos votantes supuestamente opaquitos de la Fifa. También estaban en las camisetas del Barcelona y en el fair play financiero del París Saint Germain. Se les relacionó con la Cultural Leonesa, que descendió a Segunda B.

Es más difícil vender el hotel del estadio que traspasar a Alvarito al PSG. Pero todo es empezar con el hotel, y después se les pueden vender el estadio Carranza y las acciones del Cádiz SAD en el mismo paquete. Podía haberlo invitado a la presentación del Trofeo Carranza con José María García, precursor de la transparencia con Pablo/Pablito/Pablete, que era otro Pablo, no confundirse con los de ahora.

Las inversiones en sol y en vientos ya las veremos, puede que en la Zona Franca, que se podría ampliar a Catar. A ver si catamos algo, porque de ilusión y de las corbetas saudíes también se vive.

José Joaquín León