YA ha terminado el segundo puente de agosto. La semana pasada no ha tenido un puente, sino dos, como Cádiz. Ha servido para confirmar una característica del verano: más visitantes en el centro histórico de la capital gaditana. Lo han reconocido hasta los comerciantes, según dijo Manuel Queiruga, presidente de Cádiz Centro. Han notado el aumento de turistas, especialmente españoles. Han abierto negocios, relacionados con la hostelería y otras actividades. Pero no se reconoce en público algo evidente. En ese auge del centro de Cádiz influye el segundo puente sobre la Bahía. Estos días se ha visto un amplio movimiento de entradas y salidas de vehículos, Para eso era necesario ese nuevo puente, que algunos criticaron como un capricho de Teófila Martínez, con estúpida simpleza.

Se llegó a decir que el puente serviría para que la gente huyera de Cádiz. La ciudad se quedaría vacía. Por cada uno que llegara a Cádiz se escaparían tres. Y es cierto que Puerto Real y El Puerto de Santa María se han quedado como en el término municipal de Cádiz. Se tarda menos de media hora en llegar a barrios puertorrealeaños y portuenses. Puede que eso contribuya a disminuir aún más el vecindario gaditano por los precios de la vivienda. Pero las visitas han mejorado. Y más que mejorarían si aumentan los aparcamientos, que es el punto negro que sigue existiendo. Mientras los González descartaron el subterráneo de la plaza de Sevilla, que era conveniente para esos tráficos.

Todo eso se veía venir. Es cierto que el Ayuntamiento anterior lo exageró con una publicidad sobreactuada. Pero ahora han caído en lo contrario: ocultar que el segundo puente es un éxito para Cádiz como capital de la Bahía. Y sobre todo para el centro histórico, que vuelve a ser el eje de la ciudad. Por eso hay más inversiones en comercios, bares y restaurantes.

La cruz estará en el Paseo Marítimo, si no valoran las consecuencias. El ocio nocturno del Paseo funcionó regular en julio; y ha mejorado bastante en agosto, gracias a las vacaciones de verano y el aumento de las temperaturas. ¿Qué pasará en otoño y en invierno, cuando vuelva el frío? Al respecto, hay preocupación.

Con el éxito del Nuevo Puente de Cádiz (como se le llamaba) se confirma la importancia de tener buenas infraestructuras. El progreso de las ciudades depende de eso. Por lo que importan mucho el talento de sus dirigentes y los proyectos de futuro.

José Joaquín León