LOS de Unidos Podemos han iniciado otra campaña: que entren menos colados en el Carnaval y que aumente la recaudación. Esto puede ser bueno para el pago a proveedores, asesores y otros gastos que hay. Además de que será presentado como una conquista social y de clase. En los años previos al cambio se decía que los del PP colaban a sus amigos en el Falla, aunque fue Vicente Sánchez, en nombre de Teo, quien inauguró el sistema de la venta de entradas por Internet. Y la buena gente, que aquí protesta por todo, también se quejó, porque eso permite a muchos forasteros ir al Falla. Es decir, que los refugiados son bienvenidos en las pancartas, mientras que el forastero no es bienvenido al Falla. ¿Son xenófobos en el Carnaval?

Puede llegar un momento raro en que todas las personas entren en el Gran Teatro Falla pagando. Este podría ser uno de los principales logros de María Romay en su prometedora carrera política. En los tiempos anteriores al cambio, en el Diario del Carnaval, se publicaron los nombres de todos los que tenían credencial. Eso también ha cambiado. Un colado ahora se ve como alguien que se aprovecha, cuando antes era alguien de prestigio. Un gaditano o gaditana con credencial para entrar gratis en el Falla era un personaje local. Mientras que un gaditano o gaditana que se pusiera en la cola para sacar las entradas, desde varios días antes, acampando como un sin techo, arriesgándose al relente de la noche, y todo lo demás, se veía como un papafrita, o como alguien del lumpen. De hecho, la Policía Local controlaba reyertas en modo hooligan, como las que se registraron antaño con fama legendaria y pitorreo nacional.

Este año, para conseguir que casi todo el mundo pague en el Carnaval, el Excelentísimo Ayuntamiento que preside el eminente ex comparsista  Kichi ha cortado por lo sano. En la refriega han caído lo mismo pecadores que justos. Por ejemplo, le ha quitado un palco a los antifaces de oro, al que acudían históricos del Carnaval, incluso octogenarios, que ahora se lo perderán, o terminarán en gallinero gritando junto a sus nietos. También se lo han quitado a los jurados paralelos; por odio, supongo. Y a las ninfas, eliminándolas directamente (primero decían que eran floreros sexistas y después han reconocido que por ahorrar). Se lo han quitado incluso a Onda Cádiz y a Canal Sur, que televisarán en directo de cualquier manera. Y a muchos más.

Todo por la pasta. Esto es el fin del protocolo. Que en Cádiz siempre se consideró proto-cuelo. Otra tradición que se pierde.

José Joaquín León