EN los últimos meses se viene hablando de la conexión marítima entre Cádiz y Huelva. Diversos expertos, así como un estudio de Price Waterhouse Cooper, han apuntado que no sería rentable, por lo que nos estamos refiriendo a un proyecto políticamente correcto, que necesita subvención. El Parlamento de Andalucía aprobó la semana pasada una proposición no de ley del PP para que la Junta estudie la viabilidad, si bien se añadió una transaccional del PSOE para que el Ministerio de Fomento la declare de Obligación de Servicio Público, si fuera viable, según precisó Jesús Ferrera, diputado socialista por Huelva. Es decir, que estamos en la fase  de ver si se hace y quién lo paga.

Es muy bonito eso de decir que Huelva y Cádiz son dos provincias limítrofes, que no están conectadas y demás. Se suele olvidar que también es la conexión de Cádiz con Portugal, así como de Huelva (y Portugal) con el Estrecho de Gibraltar. Por lo que más útil que un servicio marítimo directo entre los puertos de Cádiz y Huelva sería agilizar el tráfico y el transporte por carretera. Esa era la reivindicación histórica. No se ha podido realizar porque está por medio el Parque Nacional de Doñana. Y es una de las reservas mundiales de la biosfera, muy amenazada por quienes se la intentan cargar de diversas maneras, incluido un dragado del río Guadalquivir a lo grande.

Teniendo en cuenta que Doñana está ahí, se han buscado otras fórmulas de carreteras alternativas para no llegar hasta la SE-30 sevillana y ahorrar tiempo. En ese contexto también se podría situar el desdoble de la N-IV, que ahora reivindican los socialistas en Sevilla y Cádiz, y que el PP dice que lo hará, pero aún está sin terminar. Gastarse el dinero público en eso es más útil que subvencionar el barco de Cádiz a Huelva, cuya demanda se sabe que no sería masiva.

Es más prioritario mejorar la conexión de Cádiz con Huelva por tierra que por mar. No es lo mismo que la conexión marítima entre los municipios de la Bahía. Y no olvidemos que los viajes en catamarán desde Cádiz a El Puerto y Rota se suspenden con frecuencia, por vientos y temporales. El enlace marítimo con Huelva sería más turístico que otra cosa. Lo normal es que el tráfico por carretera siguiera como opción preferente, ya que es más rápido y más práctico.

 Los políticos confunden la realidad con sus deseos. Creen que ganarán muchos votos vendiendo ideas ocurrentes, la mayoría de las cuales ni siquiera se cumplen. En Cádiz y en Huelva ya estamos acostumbrados a oír cantos de sirenas.

José Joaquín León