HA nevado en Grazalema, en Ubrique, en Algodonales, incluso en Algar y otras poblaciones de la Sierra. Tenemos una ola de frío. Pero otra vez hemos perdido la oportunidad. Ni un copito de nieve despistado se ha dejado ver por Cádiz. Al menos, no todavía. Es sabido que nevó en esta ciudad el 9 de febrero de 1935. Es sabido porque José María Pemán escribió un artículo antológico, titulado Nieve en Cádiz, con el que ganó el premio Mariano de Cavia. Se supone que nevó en Cádiz sólo para que don José María ganara el premio. Pues después, poquita cosa. También cayó algo parecido a la nieve el 3 de febrero de 1954. Sin embargo, en los últimos 63 años no se ha visto nada. Varias generaciones han nacido sin nieve en Cádiz.

Según contaba Pemán, en su artículo de 1935 en ABC, tampoco fue una nevada como las de Siberia: “No nevaba como en todas partes. Paría el cielo la nieve “adrede” como a Quevedo su madre, según el romance pícaro”. ¡Ay, Cádiz siempre fue picaresco! Y nevó lo justito: “Apenas algún chicuelo afortunado logró tener por unos minutos, en su mano morena, una pelotita blanca, no mayor que una ciruela”. Hoy, con la actual ordinariez, tan ajena a las sutilezas de antaño, se diría que fue un mojón de nevada.

Aquello ocurrió durante la II República. De hecho, el propio Pemán, aunque era monárquico, lo cita en su artículo. También refería: “Hemos jugado a Europa”. Ya se consideraba que Cádiz estaba más cerca de África que del otro lado de los Pirineos, donde nevaba (y sigue nevando) con todas las consecuencias. Así que él veía los copitos de nieve en las palmeras gaditanas “como un pañuelo hacia París, Berlín y Estocolmo, hacia la Europa de la ola de frío y los telegramas de tantos bajo cero”. Recomendaba el mismo Pemán que a Europa hay que tomarla “en dosis pausadas, leves y discretas, como los copos de nieve de esta mañana en Cádiz”. Y eso era antes del euro.

También se hizo famosa en España una foto de Dubois, con copos de nieve en la calle Columela, que publicó ABC tres días después, el 12 de febrero de 1935. Por el contrario, la nieve no llegó a cuajar del todo en Cádiz en febrero de 1954, aunque sí en municipios cercanos, como Jerez y El Puerto. No obstante, yo he conocido a viejos del lugar que aseguran que aquel día vieron copos de nieve en la Alameda.

Desde entonces, sólo algunas pistas de hielo artificial en San Antonio, pero ya ni eso. Y los aerolitos viñeros, que eran hielo de autor. Algunos visionarios dicen que en Navidad vieron nieve artificial en Loreto. Nadie los ha creído. Al menos, un consuelo: siempre nos quedará Grazalema.

José Joaquín León