LOS debates que mantienen en Podemos y en Ganar Cádiz (o sea, en Izquierda Unida) para participar juntos en las elecciones municipales son pintorescos. Ni José María González ni Martín Vila están interesados, personalmente, en formar una candidatura única. Cada uno por su lado viven mejor, con más libertad: unidos para los que les conviene, y separados si llega el caso de las medallas. Forman una pareja política abierta. Y ahora se les exige un matrimonio de conveniencia. En Ganemos ni siquiera van a organizar primarias, sino una asamblea. En el fondo, están como locos por tirar cada uno por su lado, pero este es un matrimonio político pactado entre la pareja del alcalde, Teresa Rodríguez, y el jefe de Vila, Antonio Maíllo. Puede que no lo entiendan, pero es así.

¿Y por qué se unirán a la fuerza? Por culpa de D’Hondt, el de la ley. En teoría, si se unen, pueden aprovechar mejor los restos electorales y conseguir más concejales. Si se presentan cada cual por su lado hay riesgo de que Izquierda Unida no consiga ningún concejal. No obstante, las elecciones andaluzas van a dar más pistas. Según la encuesta del CIS, obtendrán 20 escaños en Andalucía, los mismos que tenían, si sumamos los 15 de Podemos y los 5 de IU.

Hasta ahora se decía que Podemos aportaba la popularidad y el populismo del alcalde González, mientras que IU ponía el criterio y la rigurosidad, no sabemos de quién, la verdad. Porque Martín Vila y Eva Tubío asumieron más responsabilidades de las que son capaces de gestionar. Los resultados a la vista están: ya vamos por más de tres años perdidos para Cádiz. Aunque siempre les quedarán esos fragmentos del carril bici para tirarse el pegote de su gestión, que realmente es nula.

También está el otro lado de la cama. A los de Podemos esa unión tampoco le interesa. Su líder es el alcalde, José María González, por lo que IU iría de comparsa. Haciendo un esfuerzo quizás  conseguirían dejar a IU fuera del Ayuntamiento, y quedarse con ese cupo de concejales para los podemitas de pata morada. Al parecer, pueden entrar en las listas personas de izquierda (antaño del PSOE crítico) con interés por ser concejales. Y no quedarán en un buen lugar si los de IU toman posiciones. Por supuesto que hay muchos egos en juego. Entre los 10 primeros de esa lista común no podría haber más de dos criaturas de Ganemos.

Unidos a la fuerza. O desunidos, como les pide el cuerpo. Esa es la duda que les ocupa. Llamazares sabía que el pablismo es eso: que se unan para que se los coma Podemos.

José Joaquín León