HOY, 28 de diciembre, todos los periódicos andaluces llevan la misma noticia en portada: “El cambio en Andalucía”. “PP y Ciudadanos, con el apoyo de Vox, van a gobernar”. “Juanma Moreno Bonilla, del PP, será el próximo presidente de la Junta”. “Marta Bosquet, de Ciudadanos, es elegida presidenta del Parlamento”. En fin… Hace un año, tal día como hoy, 28 de diciembre, si todos los diarios andaluces hubieran publicado estas noticias, no pocos indignados, incluso algunos altos cargos de la Junta, hubieran pensado: “A todos estos carajotes fachas se les ha ocurrido la misma inocentada”. Pero no. La vida da muchas vueltas. Ya lo cuenta el Evangelio. Esto ha sido como la parábola de las vírgenes necias.

Viendo esas noticias que publican hoy los diarios, se pueden obtener interesantes conclusiones. Una de ella es que no hay ciclo político que 100 años dure. Esto también se le puede aplicar a Cádiz. Algunos creían que Teófila duraría toda la vida como alcaldesa, hasta el siglo XXIII, o por ahí. Y, sin embargo, un tal Kichi, al que conocían mayormente en el mundo del Carnaval, consiguió la Alcaldía. Ahí está el tío. Sus partidarios difunden encuestas, según las cuales el compañero Kichi va a seguir de alcalde cuatro años más. Pero Juancho el del PP está ahora más animado, y en Ciudadanos también, a pesar de que todavía no han proclamado su candidato, que se suponía que iba a ser Juanma, pero es un suponer. Ya veremos quién es el alcalde de Cádiz el 28 de diciembre de 2019.

También se ha visto que un consejero, un viceconsejero o un delegado provincial del PSOE no tienen empleos para toda la vida. Algunos iban ascendiendo, o descendiendo. Si se presentaban a elecciones municipales, no siempre ganaban. En Cádiz capital mayormente perdían desde que se fue Carlos Díaz. No han vuelto a ganar las municipales desde 1991, en el siglo pasado. Pero siempre les quedaba la Junta. Ya no.

Y con todo lo anterior, con el llanto y el crujir de dientes, se les debe decir a los nuevos que mediten en lo que se les viene encima. Puesto que el PP y Ciudadanos deben llegar para servir y  no para ser servidos. Teniendo en cuenta que los esperan con el punto de mira orientado. Con los manifestantes indignados prestos a salir. Con todo eso que critican cuando lo padecen ellos.

La humildad y la paciencia son providenciales en la política. Pues el votante no tiene piedad, ni misericordia, cuando pierde la esperanza, y llega el momento de la sentencia. A todos les aguarda, antes o después, su buena muerte (política, se entiende), y una vez que están caídos es difícil que resuciten.

José Joaquín León