SIGUE el frenesí de cambalaches gaditanos que se traen entre manos la Junta, el Ayuntamiento y la Diputación. Entre ellos destaca el caso del solar de la antigua Institución Provincial en San Severiano. Imaginemos que somos bobos del todo, y supongamos que la Ciudad de la Justicia ya está funcionando en los antiguos depósitos de la Tabacalera en Loreto (no reírse ustedes), pues bien ¿en el solar de San Severiano qué ocurriría? En ese solar se había aprobado la construcción de la Ciudad de la Justicia y estuvieron aplazándolo durante más de una década. Hoy sigue tal como se encontraba a finales del siglo pasado. O sea, no hay nada.

Al concejal de Urbanismo, Martín Vila, se le ocurrió que se puede adecentar aquello para un gran aparcamiento de superficie. Así compensaría las pérdidas originadas por el carril bici. ¿Esa es la visión de ciudad que tiene IU? Los que se quejan por la falta de viviendas en Cádiz se frotan las manos, pensando en lo que se puede construir allí, varios edificios, con cambios previos en el PGOU, por supuesto, donde no está contemplado. Aunque conviene recordar lo que ha ocurrido en las inmediaciones del Cementerio de San José con algo parecido. En cualquier caso, el pelotazo inmobiliario sería para la propietaria del terreno, que ahora es la Junta, tras el convenio que firmaron con la Diputación.

Como ha recordado el ex presidente de ese organismo, José Loaiza, la Diputación Provincial obtuvo seis millones de euros en efectivo por ese solar, además del edificio de la Audiencia (donde sigue la Audiencia) y el edificio del Instituto del Rosario (que está cerrado). Al incumplirse el convenio, se supone que la Junta de Andalucía se quedará con el solar para intentar revenderlo, o lo que sea. Primer timo.

El segundo se lo han dado al alcalde. Ha sido un timo de la estampita perfecto, pues Kichi se ha quedado muy contento, como el que se ríe con los billetes de papel de periódico. Resulta que Susana Díaz se llevará los depósitos de la Tabacalera en Loreto, que eran del Ayuntamiento y servirían para otros usos, ahora perdidos a cambio de qué. ¿Cuánto le paga? ¿O le regala el dinero que eso vale? Y además se ríe porque no sabía qué hacer. Timado y bien timado.

Es muy lógico, y hasta plausible, que la Junta vele por sus intereses, que son los de todos los andaluces. Pero no olvidemos que los gaditanos no deberíamos ser lo más tontos de los andaluces, a la hora de los timos. O, como mínimo, no se rían mientras dicen que hemos hecho un gran negocio con los recortes de los papelillos. A ver por dónde aparece el siguiente listo.

José Joaquín León