ORGANIZAR actuaciones carnavalescas en el mes de mayo ya se hacía en los tiempos de José León de Carranza como alcalde y Vicente del Moral como concejal de Fiestas. Ahora el alcalde Kichi hace lo mismo. Aprovechando el día de los trabajadores, montaron una Batalla de Coplas en el Paseo Marítimo con cuatro tablaos. Es decir, unas Fiestas Típicas Gaditanas, populares y en mayo.

Se debe recordar, por aquello de la memoria histórica, que la recuperación fue una concesión del régimen de Franco para dar un poco de alegría a la población gaditana, que estaba conmocionada por la explosión de 1947. Al respecto intermedió el gobernador civil, Carlos María Rodríguez de Valcárcel. No hace al caso recordar la colaboración que tuvieron afamados autores carnavalescos con los dirigentes locales del franquismo para salvar el Carnaval con el control de la censura.

El traslado a mayo fue posterior. El acuerdo se adoptó en un pleno de 1966, siendo alcalde José León de Carranza. Por lo cual, no es cierto que todo el Carnaval del franquismo se trasladó a mayo, sino que eso comenzó en 1967 y sólo duró una década. El argumento fue parecido al de la Batalla de Coplas. Para beneficiar a la hostelería, por el turismo, y porque en mayo hace mejor tiempo que en febrero. Es decir, por cuestiones que olvidaban lo esencial: el Carnaval tiene unas fechas en el calendario, igual que la Navidad y la Semana Santa. Por eso no organizan zambombas en agosto.

La Batalla de Coplas del Paseo Marítimo (aplazada en su momento) ha devuelto un Carnaval a mayo, como las Fiestas Típicas. Por lo demás, aquí sólo se respeta la Semana Santa. En Marinaleda, el alcalde comunista Juan Manuel Sánchez Gordillo contrató chirigotas de Cádiz para cantar un Jueves Santo. Aquí, por el contrario, el alcalde José María González, digo Kichi, acude el Jueves Santo por la mañana a la visita del Nazareno, junto con el obispo y otras autoridades locales. Pero una vez pasada la Pasión, llega el tiempo pascual. Aleluya, aleluya, que en Cádiz vuelve a ser Carnaval.

Y, para colmo, el 1 de mayo. Es el día de las manifestaciones de CCOO y UGT, que en los primeros años de la Transición fueron multitudinarias y después han ido a menos. En los tiempos de Franco era el día de San José Artesano. Por la tarde organizaban un festival en el estadio de Chamartín, al que iba el Generalísimo. Allí se veía “el rico folklore de los hombres y las tierras de España”. Eso decían. Ahora resulta que el 1 de mayo también nos ha salido folklórico.

José Joaquín León