EN San Fernando unos reían y otros lloraban, cuando vieron al tranvía de la Bahía remolcado por la calle Real. Es decir, que todavía no ha empezado a funcionar y ya lo estaban remolcando por una avería. Como si fuera el Vaporcito de El Puerto cuando chocó con la escollera del muelle gaditano. El hombre llegó a la Luna hace medio siglo, pero todavía no se ha conseguido que el hombre y la mujer lleguen de Chiclana a Cádiz en el tranvía, previo paso por el intercambiador del Río Arillo. Sin embargo, no seáis mal pensados, ni pongáis memes en las redes sociales. El tranvía todavía está en pruebas. Empezaron a probarlo en 2017, o por ahí. Y el remolque por la calle Real era otra prueba. Aunque, en realidad, es una parábola civil.

El tranvía remolcado por la calle Real isleña es una parábola perfecta de lo que ha pasado en la Junta de Andalucía. En verdad os digo que desde hace 37 años había un organismo llamado la Junta, que hacía algunas inversiones que nunca terminaba. El hospital de Puntales y la Ciudad de la Justicia de Cádiz, cosas así. También prometieron un tranvía que circularía desde Chiclana hasta San Fernando y Cádiz, para lo que levantaron la calle Real isleña y después  no sabían por dónde llegar a la Tacita. Mientras que llegaban o no llegaban, empezaron a hacer pruebas de Chiclana a San Fernando, y les pasó como a las vírgenes necias, que llegó la hora del cambio y no se enteraron de que había llegado un  nuevo señor. De modo que la Junta es como el tranvía y los nuevos gobernantes son como el remolque que se lo lleva al cajón; y así la gente entenderá que las obras malas se terminan pagando, sea en Bruselas o en el infierno.

Esta parábola del tranvía tiene más recorrido. Porque la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, lo ha recibido en herencia. Gratis,  ya que se cepillaron el impuesto de sucesiones. Es un regalito venenoso. El tranvía es como cuando heredas un gato de tu abuela, que a ella le gustaba mucho, pero a ti te cae antipático y no sabes qué hacer con él. El animalito tiene sus necesidades, pobrecillo. Así que a pasear la herencia por la calle Real, y a poner buena cara. Sabiendo que al final te vas a quedar con el gato, digo con el tranvía, aunque te han dado gato por liebre y va más lento que una tortuga.

Para la inauguración del tranvía yo no me apuntaría. Tiene un gafe contrastado. Están haciendo pruebas por si se estropea y hay que remolcarlo, cuando todavía no ha empezado a funcionar. Siguen diciendo algunos del PSOE que perdieron la Junta por culpa de Vox. Y lo peor es que se lo creen.

José Joaquín León