GRACIAS a los políticos demagogos y populistas, en Cádiz algunos creen que todo sale gratis. Después se les vuelve en contra. Es curiosa la polémica de los estudiantes de la Universidad de Cádiz con los aparcamientos. Después de llenar la ciudad de carriles para bicicletas y patinetes, ahora resulta que los estudiantes piden 900 plazas de aparcamientos, porque van a las clases en sus coches, como unos señores y unas señoras que aspiran a ser. Y les propone Martín Vila que vayan en bicicleta. Así es como iban los pobres en los años de la posguerra, para los que tenéis memoria histórica. ¿El Progreso era eso? Los estudiantes de la UCA son los nietos de la civilización del Seat 600, y quieren aparcar en las inmediaciones del Anillo Universitario, donde ya no pueden.

En fin, depende, oye. En las inmediaciones del Anillo Universitario gaditano es donde hay más aparcamientos, de los pocos que quedan en Cádiz. A la vera tienen los de Santa Bárbara y el Tenis. No lejos están los de San Antonio y los de superficie del Campo de las Balas y Valcárcel. Los estudiantes y los profesores cuentan con bonificaciones para aparcar en Santa Bárbara y el Tenis. Pero los estudiantes dicen que les sale más caro aparcar allí que el coste de la matrícula universitaria. Primero, la matrícula gratis es otra concesión simpática de la Junta, dentro de la generosidad del Bienestar. Segundo, el bono para aparcar cuesta a los estudiantes 20 euros al mes, que es menos de un euro al día. Tampoco es para arruinarse.

En una de las reivindicaciones, tienen razón los estudiantes. Para los forasteros que llegan desde otras poblaciones se debería potenciar el transporte público, con una línea urbana que saliera de la nueva estación de autobuses e incluyera paradas en la plaza de Sevilla (junto a los trenes de Renfe y los catamaranes del Puerto), en la plaza de España y en el Anillo Universitario. Pero el transporte público siempre se ha entendido en Cádiz como ir de Cortadura a la plaza de España, con desconexiones a San Severiano, Loreto, Puntales y la barriada de la Paz. Y a los demás que los zurzan.

Y por supuesto está el carril bici, al que regresaré en otro artículo. Martín Vila está mosqueado, porque iba a ser el gran pelotazo de Unidas y Podemos en Cádiz, y va camino de ser un patinazo. Pide a los estudiantes universitarios que se aficionen a la bicicleta. No se entera de que los jóvenes actuales practican menos deportes y que les gustan más los videojuegos. Aunque siempre les podrían regalar una bicicleta (y un patinete) cuando se matriculen en la UCA.

José Joaquín León