OTRA catetada. Me refiero a la presentación de la hamburguesería gourmet de la calle Novena, esquina a San Miguel. Para empezar, no es una novedad. Hay 28 en España. Cualquiera que haya viajado las ha visto y ha comido allí, en Madrid, Sevilla o Málaga, entre otras ciudades. Para seguir, dijeron que se instala en el local de Zara Home, que cerró. ¡Vaya por Dios! Ni que ese local lo hubiera construido Amancio Ortega. ¿Ustedes sois de Cádiz o de A Coruña? En esa misma esquina de la calle San Miguel y Novena estuvo la pastelería Viena. En su salón me organizaron el desayuno de la primera comunión, y tengo una foto donde se me ve leyendo un Diario de Cádiz en formato sábana, una premonición. Todavía no existía Zara Home, pero sí la calle Novena (entonces Eduardo Dato) y la calle San Miguel (entonces San Miguel). Y los pasteles de Viena, que fue la mejor confitería de Cádiz, junto a La Camelia del esplendor.

Con el tiempo, se ha pasado de las tartas y el turrón de Cádiz a una hamburguesería gourmet. Cosas más raras se han visto. Esta hamburguesería se denomina Goiko Grill y su fundador se llama Andoni Goicoechea, lo que revela el origen, aunque la primera se instaló en Madrid en 2013. Allí tiene mucho éxito. Los madrileños son capaces de pagar más por una hamburguesa si es de calidad, igual que pagaron por Cristiano Ronaldo para que metiera goles. La diferencia es que aquí predomina la costumbre de que los delanteros vengan cedidos y las hamburguesas tengan precios populistas.

Sin embargo, lo que me llama la atención es lo del sky line gaditano. En la nueva hamburguesería pusieron una chimenea gourmet, o algo así, que recordaba al Pirulí. No al de la Habana de Semana Santa, sino al de la Telefónica de Santa María del Mar. Al final, lo han rebajado un metro. Menos mal.

 El sky line del centro no es como el de los Extramuros. El sky line de Cai-Cai (o sea, el casco antiguo) está repleto de azoteas como las que pinta Cecilio Chaves, y de torres miradores como las que se están cayendo a pedazos, por falta de cuidado. En Extramuros podrían construir una docena de pirulís como el de la Telefónica, y hasta serían bonitos. Pero en el centro no se puede estropear el paisaje que se ve desde la Torre Tavira.

Ya he escrito en alguna ocasión que Cádiz es como las sirenas: más bonita por arriba que por abajo. “Señorita del mar y novia del aire”, la etiquetó José María Pemán, que era un buen poeta. Tengan mucho cuidado con los aires y con las azoteas, que forman parte del mejor patrimonio gaditano.

José Joaquín León