LA ciudad de Cádiz celebra hoy la fiesta de la Virgen del Rosario, que es su Patrona, como lo es de otros municipios de la provincia, entre diversos lugares de Andalucía, España y la Humanidad. No es por casualidad, sino por la gran devoción que a lo largo de los siglos ha existido por el Santo Rosario, y por la propagación de la devoción en la que los dominicos siempre tuvieron un gran papel. Y lo siguen teniendo, porque en Cádiz el prior, fray Pascual Saturio vale por una comunidad de frailes completa, y no sólo mantiene y propaga la devoción a la Virgen del Rosario, sino que ha tapado muchos agujeros negros. Con discreción y señorío, por cierto. Es un día de fiesta y celebración, pero desde 2015, cuando Kichi fue elegido alcalde, tenemos una polémica con la función del Voto que ya debería terminar.

En la función que presidirá el obispo Rafael Zornoza en la mañana de hoy, se renueva el voto de la Ciudad, como es tradición, y se invita a la Corporación Municipal para que asista a este acto en honor de la Patrona. El alcalde, José María González, que acude en la mañana del Jueves Santo a Santa María para cumplimentar al Nazareno, no participa en la función, ni tampoco en la procesión que sale por la tarde. Sin embargo, a la función del Voto suelen asistir concejales de PP, Ciudadanos y PSOE, que también forman parte de la Corporación. En 2015 acudieron ediles de Podemos, y correspondió a Adrián Martínez de Pinillos leer el voto. Después se han arrepentido. Sería lógico que el alcalde designe a un edil de la oposición, si ellos no están por la labor.

Endosarle el voto al deán, o a un cofrade ilustre, o a alguien que pasaba por allí, es más opinable. Ya que se trata de un voto de la Ciudad y parece más coherente que lo lea un representante de la misma. Para elogiar y cantar a la Patrona ya tenemos el Pregón. Se celebra en las vísperas, y ayer correspondió ese honor a Martín José García Sánchez, ex presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, que se lo merecía por múltiples motivos, entre ellos su labor al frente de las cofradías; pero sobre todo porque es un gran devoto de la Virgen del Rosario y una gran persona. En su Pregón, dijo lo que siente. No necesita fingir nada.

Más allá del costumbrismo político, el 7 de octubre ya no es un día para irse a El Corte Inglés de Sevilla, como decían en tiempos, aprovechando la fiesta local. Por el contrario, es el día de la Virgen del Rosario, venerada en su santuario de Santo Domingo, que algún día será basílica. Allí siempre aguarda y guarda a sus hijos gaditanos.

José Joaquín León