EL alcalde de Cádiz, José María González Santos, tiene el problema de que se siente más Kichi que alcalde. Conste que lo entiendo, porque una persona tiene derecho a expresar sus propias opiniones y a pensar lo que considere oportuno. Pero hay cargos que marcan al personaje mientras lo desempeñen. No es lo mismo que un tal Kichi, profesor y ex comparsista, diga que le parece muy bien lo del caso de Zozulya a que lo diga un señor que también es el alcalde de todos los gaditanos. Por eso debe ponderar más sus afanes tuiteros. La Embajada de Ucrania ha pedido respeto para su compatriota. Un alcalde no se puede comportar como un forofo.

El tuit de Kichi decía exactamente: “Por un fútbol antirracista y antifascista. Todo mi apoyo a los Bukaneros del Rayo Vallecano. No podrán despolitizar los espacios que gritan contra el discurso del odio”.

Incluye tres frases, y en las tres se equivoca. El fútbol debe ser antirracista, y no debe ser ni antifascista ni anticomunista, sino apolítico. En el fútbol tienen cabida los seguidores que sean simpatizantes de Unidas Podemos, pero también los del PSOE. Ciudadanos, PP o Vox. Al fútbol se va a ver fútbol, no es una manifestación ideológica. Ni se debe insultar a nadie por sus ideas, porque eso es totalitarismo puro y duro.

También se equivoca por expresar su apoyo a los Bukaneros del Rayo, que insultaron a Zozulya y lo llamaron “puto nazi” a coro. ¿Eso le parece digno de apoyo? ¿Qué diría si insultaran a un futbolista llamándolo “puto comunista”? Igual de bochornoso sería. Por otra parte, Zozulya no ha sido lugarteniente de Adolf Hitler, ni ha matado a judíos, ni siquiera ha prohibido un ciclo de cine israelí en Cádiz. Zozulya puede que sea un facha, y que se hiciera una foto fea, aunque él dice que es un patriota de Ucrania. Pero en un estadio sólo es un futbolista.

Y se equivoca al decir que no podrán despolitizar los estadios cuando griten contra el discurso del odio. Pues no, hay que despolitizarlos y hay que extirpar el odio. ¿O no es odio llamar “puto nazi” a un futbolista? Nadie puede pensar que tiene impunidad para insultar a los que piensan diferentes. Porque entonces sí que se parecerán a Hitler. O a Stalin, que les gustará más.

Cuando Pablo Iglesias bromeó el 6-D con Iván Espinosa de los Monteros, el de Vox, algunos lo criticaron. Pero estuvo bien, dieron una lección de tolerancia, que algunos de sus compañeros no practican. Kichi debería reflexionar, no parecer un ultra de graderío, y mientras sea alcalde de Cádiz darle el respeto que merece a ese cargo.

José Joaquín León