ACABA 2019, que fue el año en que Kichi ganó las elecciones por vez primera y repitió como alcalde de Cádiz. Algunos pensarán que ya había ganado en 2015, pero entonces su partido fue el segundo más votado, detrás del PP de Teófila, que perdió la mayoría absoluta. De modo que José María González Santos fue elegido con los votos de Ganar Cádiz (que entonces eran IU y cuatro o cinco amigos más) y el PSOE de Fran González, que después pasó a la oposición. En realidad, ganar con mayoría absoluta, no ha ganado Kichi todavía, pero en 2019 sólo le faltó un concejal, por lo que se aproximó y era lógico que siguiera en la Alcaldía. Después de cuatro años y medio que lleva en el cargo, aún le faltan tres años y medio.

Fue él mismo quien dijo que no estaría más de ocho años como alcalde. Esto lo recuerdo porque algunos sugieren (siempre por lo bajini) que Kichi podría repetir como candidato en 2023. Más que nada porque en Unidas Podemos de Cádiz no hay otro tan conocido como él. Sin embargo, se debe recordar que en 2015, cuando llegó a la Alcaldía, era relativamente conocido, apenas en el mundo de la comparsa, porque había salido con Tino Tovar y con Jesús Bienvenido. Además de sus labores sindicales en el ámbito de la educación pública.

Los alcaldes y alcaldesas de Cádiz son como los yogures: tienen fecha de caducidad. La de Kichi está grabada en mayo de 2023. Tanto si no se presenta (en cuyo caso, sería una obviedad) como si rompe su promesa (en cuyo caso, probablemente sería penalizado, por faltar a su palabra), y porque la gente se harta. Cuando se cambia el alcalde, suele ganar otro partido. En Cádiz, lo normal es que en 2023 gane el PP o el PSOE, pero se debe añadir que Cádiz no es normal. En Andalucía no hay otra capital igual.

A Carlos Díaz se lo cargaron sus compañeros del PSOE. Optaron por Fermín del Moral, que fue derrotado por Teófila Martínez, una montañesa que vivía en El Puerto, y que encabezó la lista del PP. Ella duró 20 años en la Alcaldía. No la quitaron de las listas, pero fue penalizada por las siglas de su propio partido, que en 2015 iba de capa caída, y ahora tampoco es que esté muy boyante. El trasiego de unos 5.000 votos populares a populistas fue la causa principal de que Kichi llegara a la Alcaldía, donde sigue.

Es difícil pronosticar lo que ocurrirá dentro de tres años, en un país donde no sabemos lo que puede suceder dentro de tres semanas. Pero Kichi no va a seguir, y le quedan tres años y pico para pasar a la posteridad. A ver si le da a Cádiz alguna alegría.

José Joaquín León