PARA entender lo que está ocurriendo en la Catedral Vieja, o parroquia del Sagrario y de la Santa Cruz, es preciso remontarse a algunos precedentes. No se trata de que las capillas de Sanidad y el Perdón se hayan inundado, y que éstas quieran que se lo repare la Junta de Andalucía. Se trata de que siendo Manuel Chaves presidente de la Junta alcanzaron un acuerdo con el Obispado, donde todavía estaba como prelado Antonio Ceballos, para que la Catedral Vieja acogiera una exposición de Andalucía Barroca, organizada por la Consejería de Cultura, a cambio de lo cual la Junta se comprometió a realizar unas obras de reparación y adaptación. Lo más llamativo se hizo en el Torreón del Sagrario, que desde entonces ha sido usado de vez en cuando como espacio expositivo.

El 12 de noviembre de 2007, la entonces consejera de Cultura, Rosa Torres, inauguró la exposición La imagen reflejada. Andalucía, espejo de Europa, dentro del proyecto Andalucía Barroca 2007. Allí fue presentada la Inmaculada, de Murillo, procedente del Oratorio de San Felipe Neri, restaurada por la Fundación de las Edades del Hombre en Valbuena del Duero (Valladolid). Como siempre que ha salido de Cádiz, dijeron que se iban a llevar la Inmaculada de Murillo y que no la devolverían, y todo eso que dicen los ignorantes cuando una obra de arte sale para cesión temporal o restauración.

La exposición era muy bonita, e interesante de ver. Pero el compromiso de la Junta para las reparaciones de la Catedral Vieja se cumplió a medias y se quedó sin terminar. Al principio, suponían que era el típico retraso en las obras públicas. Lo malo vino después, cuando en la Junta se hicieron los locos, por lo que esas obras no fueron recepcionadas. Y así quedó el asunto.

Cuando organizamos las exposiciones de Pietas Populi, del Consejo de Cofradías, con motivo del Bicentenario, en el torreón de Santa Cruz estuvieron los pasos de Afligidos, Piedad, Virgen de las Penas (La Palma) y la urna del Santo Entierro, además de la imagen de Medinaceli en un altar efímero. Se hicieron encajes de bolillos para disimular algunas chapuzas que habían quedado pendientes y que siguieron inconclusas.

La actual delegada de Cultura, Mercedes Colombo, ha prometido colaboración. Aunque la culpa no sea de ellos y ellas, la Junta no se puede lavar las manos ante un acuerdo que siguen sin cumplir desde hace más de 12 años. Los males de la Catedral Vieja no han sido originados sólo por un mantenimiento insuficiente, sino que la Junta tuvo algo que ver.

José Joaquín León