A nuestro alcalde Kichi le ha tocado la lotería política, con permiso de las casas de apuestas. Ya no es podemita, pues seguirá los pasos de su pareja Teresa Rodríguez. Ella se ha divorciado en las vísperas del día de los Enamorados, precisamente, pero no de él, sino del otro. Esta sagrada familia política tiene sus ideas, y estaba hasta el gorro de Pablo Iglesias, igual que El Coletas (como lo llaman, por abreviar) de ellos. La noticia es buena para todos. A partir de ahora nuestro alcalde Kichi hasta podría salir en las procesiones (aunque no sea la del Cascana), si le apeteciera, ya que no incumplirá el código ético ni las censuras de Podemos. A partir de ahora los códigos los pondrán ellos. Podría salir hasta vistiendo chaqué en el Corpus, aunque no llegará a tanto.

Ya sé que un anticapitalista con chaqué queda raro, pero cosas más raras se han visto en Cádiz. Incluso un buitre en la Cuesta de las Calesas. Las consecuencias del divorcio (político, por supuesto), al llegar el día de los Enamorados, están por ver en Cádiz. Y se verán. Pero, en estos momentos, son invisibles. La más interesante de todas es qué va a pasar con IU en el futuro. Puede que Martín Vila se presente otra vez separado, como en 2015, o que se apunte a lo de Kichi.

Teresa Rodríguez era militante de IU, y se salió (o la echaron), y después entabló una relación política de entente cordial con Antonio Maíllo, cuyo sentido común se añora. Pero con el actual responsable de IU en Andalucía, Toni Valero, no se lleva bien, y discreparon cuando ella quiso independizarse de Unidas Podemos. Aunque ayer él le tendió la mano para que se arrejunten todos en Adelante. Según Teresa, su proyecto será un partido andalucista de izquierda, feminista y tal. No tiene claro si habrá confluencia electoral con Podemos e IU, o no. Un consejo: si os volvéis a presentar juntos y revueltos parecería más de lo mismo.

Kichi se presentó a las elecciones municipales bajo las siglas de Adelante Cádiz, en la confluencia de Podemos con IU. Al pirarse a un nuevo partido, se abrirá otro escenario. ¿Quiénes seguirán siendo podemitas en Cádiz? ¿Quiénes se mantendrán fieles a Pablo Iglesias? ¿Habrá algún concejal o concejala de Cádiz entre los que permanezcan como devotos de El Coletas?

Aparte de las personas están las actitudes y las estrategias. Al romper con Podemos, el nuevo grupo de Kichi se pondrá sus propias normas, sin las cortapisas de arriba. Podrán corregir errores que han cometido por dogmatismo. Kichi ya no es podemita, y eso le hace más libre. Y más imprevisible.

José Joaquín León