ESTAMOS volviendo a todas las cosas del franquismo: a las colas del hambre, a la mayoría silenciosa, a los partes oficiales, al contubernio comunista, a las marchas de coches como las del día de San Cristóbal, y a los consultorios. La gente pregunta y el mando único responde. El consultorio de Elena Francis empezó en 1947, en los años del hambre, y duró hasta 1984, cuando ya estaba Felipe González en la Moncloa. Ahora vuelven los consultorios, como vuelve el hambre. Al de Elena Francis lo acusaron de ser carca, y ajustado a la moral de la época que imponía la dictadura, como si en esta época no hubiera otra dictadura que impone su moral.

En el consultorio posmoderno de hoy en día ya no tenemos a Elena Francis, pero la podemos sustituir por otro personaje: el doctor Don Simón, el consultor que nos ha quedado de guardia. Así que empezamos.

Pregunta: ¿Este verano deberíamos usar la mascarilla debajo de la sombrilla?

Respuesta: Sobre este asunto, mis científicos no tienen dudas. Si la sombrilla de al lado está a más de dos metros de distancia, no hace falta la mascarilla. Pero si te ponen la sombrilla en las narices, mejor que uses mascarilla, por si acaso no se han duchado.

Otra pregunta: ¿Necesitaría una mascarilla si estoy en la orilla?

Respuesta: Depende, todo depende. Si te vas a dar unas zambullidas y a nadar, se puede suprimir por causa de fuerza mayor. Es preferible que no te ahogues. Un ahogado con mascarilla tampoco mejora las estadísticas, a ver si es peor el remedio que la enfermedad. Y no te haría nadie el boca a boca, que sería una temeridad. Diferentes son los ojeadores de la orilla, que escrutan el horizonte, pero no se mojan. Esos sí.

Y la pregunta del millón, Don Simón: Si una señora o señorita va a la playa con su bikini y se le olvida la mascarilla, ¿podría reutilizar la parte superior? Y otra más, ya puestos: ¿En Los Caños de Meca y las playas nudistas es necesario usar la mascarilla?

Respuestas: En cuanto a lo del bikini, es una pregunta machista asquerosa. Dependerá de la distancia, del modelo, y de si lo exige algún vigilante de la playa en defensa de la salud pública. En general, resulta raro tener el pecho moreno y la cara blanca, digo yo. Pero la otra pregunta es todavía peor. ¿En pelotas y con mascarilla? Lo mejor es que os cubráis bien, y no tentéis al Maligno, que está adaptado al calor. Además, así estaréis más protegidos del sol, máximo responsable del calentamiento global.

Sugerencia: En caso de duda, es mejor usarla. Póntela y pónsela.

José Joaquín León