ADAPTAR los servicios a la realidad. Eso es lo que deben hacer los ayuntamientos, para tener un mínimo de eficacia y responder a lo que piden los ciudadanos. En Cádiz, la realidad que había en agosto no es la del resto del año. Por lo que no se podía tener a Cádiz en agosto con los servicios del resto del año. Ni se puede pensar que el resto del año será como agosto. Ojalá, dirán muchos. Porque Cádiz hizo su agosto, como toda la costa. Y han venido turistas, veraneantes de segundas residencias, gaditanos emigrados que disfrutaban sus vacaciones… Y vecinos de Puerto Real, El Puerto, e incluso Jerez y la Costa Noroeste, que se plantan en Cádiz en pocos minutos. Sí, gracias al segundo puente que sigue defendiendo Teófila Martínez, y que decían que sólo serviría para que huyeran más gaditanos.

La polémica de los aparcamientos y el transporte público en Cádiz tiene una base de realidad. Pero no es igual un sábado de agosto que un domingo de noviembre. En agosto hacían falta más plazas para aparcar y mejores servicios de transporte público. Siguen sin aprovechar los trenes de Cercanías como si fueran una línea de Metro, para lo que contamos con las cinco estaciones del soterramiento: Cortadura, Estadio, Segunda Aguada, San Severiano y Término. Y se podría potenciar más los catamaranes de la Bahía desde El Puerto y Rota, ya que seguimos sin Vaporcito.

Pero hay un público en el Novo y en Vista Hermosa que viene en coche o no viene. Y algunos gaditanos tienen sus autos. En los aparcamientos también hay que adaptarse a la realidad. Recuerden que los anticapitalistas y podemitas del gobierno local, con el apoyo imprescindible del PSOE, votaron en contra e impidieron el parquin subterráneo de la Plaza de Sevilla. ¿Hacía falta o no? Y se les advirtió, pero son así. Después, a quejarse. En Cádiz hacen falta más aparcamientos de superficie y subterráneos. Ubicados sin entrar al centro puro. El bolardo de Veedor es un atascador. Además, obliga a salir por la esquina de Zaragoza y Benjumeda, por donde es difícil que pase un vehículo grande, y se ven más bollos que en la panadería Virgili.

¿Y el aparcamiento de superficie de la Punta de San Felipe? Se dice, con admiración, que se llenó en agosto. En verano es precioso y engañoso. Aparcad allí una noche ventosa y lluviosa de enero, y luego hablamos de la feria del frío. No es igual que en Canalejas, ni cuesta lo mismo, claro, que esa es otra: el sablazo para hacer su agosto todo el año.

Insisto: la tarea pendiente es adaptarse a la realidad. Y la culpa no es de los que viajaron a Cádiz en agosto.

José Joaquín León